VEINTISIETE: DÉJÀ VU

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Rin desenfundo su colmillo doble, sintiendo que tras ellos se acercaba un demonio de más envergadura que los anteriores. Su esposo, quien tenía en su interior una sensación de confianza hacia el actuar de ella, ni siquiera se dio vuelta a mirar mientras ella arremetía contra el ser.

Esquivó un ataque débil antes de cortarlo por completo con su espada.

Al volver con ellos, vio como Miroku acercaba peligrosamente una mano a la barrera. ¿No le dijeron que no era buena idea?

-Tócala si no aprecias tu mano derecha, Monje -El tono socarrón y mortalmente serio de Sesshomaru le llenó el pecho, tirando sus labios en una sonrisa.

-Por ahora puede que la necesite, gracias -Miró a sango, haciendo que esta se enrojeciera y comenzara a golpearlo. No pudo evitar reír, viendo como su esposo no les prestaba ninguna atención.

Tenia entre sus dedos una perla negra, la misma que lo vio mirar contadas veces mientras la custodiaba dentro del árbol. Planto frente a ella dos de sus garras, saltando chispas y destellos mientras tiraba de ella con su energía.

De ella se abrió un gran agujero, haciéndole apretar su espada con expectación de lo que podía pasar.

El agujero escupió de su interior a una pareja cansada cargada de emociones contenidas, que probablemente estaban encerradas en su interior desde el día en que habían caído ahí. ¿Qué significaba esto?

-¿Pero qué...? -Se calló mientras veía a un furioso Inuyasha desenfundar su Tessaiga contra su demonio, protegiendo el cuerpo de su amiga Kagome de él. Sesshomaru soltó una risa seca y sin humor, viendo como su hermano menor lo desafiaba.

-Inuyasha... -Miroku susurró con dolor en la voz, mientras los observaba a ambos.

Tras el hanyo, Kagome se aferró a su brazo mirando en nuestra dirección con lágrimas en los ojos.

-Maldito Sesshomaru, ¿Es tanto tu odio por mi? -El hanyo irradiaba energía pesada, mientras que Sesshomaru solo lo miraba.

-No me digas que la espada te pesa, hermano -Sango, a su lado mirando la escena, parecía aun mas perpleja de lo que ella estaba. ¿Cómo habían llegado ahí? -¿Catorce años rompen tu fuerza?

-Desgraciado... -Inuyasha mascullaba entre dientes, mientras Sesshomaru le dio la espalda de forma confiada.

-Debemos cortar la barrera desde distintos puntos.

-¿Por qué te ayudaríamos, luego de sellarnos en ese lugar? ¡Pelea! -Se tensó, como todos quienes estaban mirando, cuando Inuyasha arremetió contra Sesshomaru con la espada en alto. El se movió, provocando que la Tessaiga chocara con la barrera, levantando una pequeña explosión.

-Inuyasha, cálmate. -Kagome caminó tranquila hacia su esposo, aferrando las manos a su arco y flechas. -¿Es ella ahí dentro, Cuñado?

Sesshomaru miro con desagrado a Kagome, antes de moverse hasta Rin. Se paró de forma protectora frente a su cuerpo, y al sentir su proximidad la inquietud que la recorría se calmó.

-¿Tu esposa humana tiene mejores sentidos que tú, Inuyasha? -El Mokomoko se acercó instintivamente hacia ella, cerrándose en su cuerpo de forma protectora, mostrando el estado de animo alerta de su demonio mientras hablaba. -Nuestras hijas pelean dentro.

-Moroha... -Inuyasha bajó su espada, mirándolo fijamente.

-Atacaremos la barrera desde tres puntos alejados y caerá. -Ella instintivamente llevó una mano a la del demonio, apretando su tacto.

-Mi Señor -El demonio por fin la miro a ella, dejándola ver en su interior a través de sus ojos. Estaba sereno, aun cuando se escuchaban los estruendos dentro del campo de batalla.

Someone to protect - Sesshomaru y Rin  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora