27: ¿En realidad eso es amor?

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Luego de aquello, lo miré fijamente unos instantes, los ojos se me llenaron de lágrimas al ver que los de él también, era duro verlo así, pero más duro era darse cuenta que la vida de ninguno había tomado el rumbo alguna vez deseado
-¿Aún no puedes creer que te amo?- me preguntó con voz débil
-Se que me amas de alguna manera, lo que aún no logro entender es ¿Qué pretendías y que pretendes ahora?- le respondí mientras pasaba mis dedos por mis ojos
-No te entiendo- resople y di una especie de sonrisa
-No es algo nuevo... pero vamos por partes ¿Qué querías el día que nos hicimos amigos con derechos? Porque tú sabías que yo estaba enamorada de ti y te dio igual, eso es cruel- y lo mire esperando una respuesta que tenía miedo de saber
-En primer lugar yo no sabía…no con exactitud, nunca me lo dijiste así que no lo podía suponer; en segundo lugar el día que ambos aceptamos ser amigos con derechos fue porque había tensión sexual muy obvia, me gustabas pero no me atreví a ir un paso más allá y pues tampoco lo hiciste así que pensé que estábamos bien- sinceramente no sabía cómo reaccionar a eso ¿Me estaba echando la culpa?
-Te estás excusando en un “¿Pensaste?” ¿Qué me creías? ¿Alguien que se entrega por tensión sexual? ¿O por qué creías que te dejaba quedarte en mi casa después del sexo? ¿O por qué creías que lo disfrutaba tanto?- pregunté molesta e indignada
-No quería arruinar lo que teníamos, nuestra amistad. Imagina que te lo hubiese preguntado y me hubieras dicho que no, todo se habría hecho demasiado incómodo- respondió mientras me intento agarrar la mano
- Lo sospechabas, y aún así preferiste dejar que todo avanzara- y no deje que lo hiciera, me levanté, agarré mi ropa y me fui a vestir al baño mientras unas lágrimas que no quería que salieran, lo hicieron…
Termine de vestirme, le lave la cara, respire profundo y salí. Tenía que seguir preguntando; él estaba pensativo en la misma posición en la que lo deje y me volví a sentir a su lado
-Se que fui egoísta contigo, no te tome en cuenta, no intuí, no pregunte y luego corte lo que teníamos sin más, no fue justo para ti, lo siento…
-Gracias pero aún tengo preguntas ¿Por qué decidiste casarte conmigo si aún amas a Oria?- tomé lo que quedaba del vino y lo mire esperando una respuesta
-Agh, sigues con eso, ya no la amo, Yeray, te amo a ti
-Suena muy mal mencionar a dos mujeres y la palabra amor es la misma oración
-Haga lo que haga tú no me creerás que te amo ¿Verdad?- sonreí de lado meneando la cabeza a los lados
-Si yo te hubiera golpeado, empujado e insultado ¿Me creerías?- el agachó su cabeza y permaneció en silencio
-Porque fue lo que tú me hiciste, así que no esperes que te crea, a menos no creo que me ames como tú pareja, tal vez como alguien con quién estás acostumbrado estar. Pero un amor de verdad, no; no te lo tienes ni a ti mismo. Pregúntate si todo lo que me has hecho ¿En realidad es amor?

Amor traumático Donde viven las historias. Descúbrelo ahora