17: Noches

378 18 2
                                    

Esa noche decidí irme a un hotel pero me interrumpió Lor; él ya estaba aquí cuando me llamo, me engaño según para saber donde estaba en realidad, y cuando me vio toda golpeada se asusto y enojo, entre lágrimas le termine contando que había pasado.
Quiso que vaya a denunciarlo pero me negué asi que no le quedo otra mas que ayudarme a curar y bajar el dolor de mis contusiones
-¿Desde cuándo pasa esto?- me pregunto conteniendo su rabia
-Desde antes de la boda- respondí débilmente
-No te entiendo ¿por qué lo aguantas?
-Ya se le pasara, además no es siempre- el negaba aun enojado y me sentí avergonzada
-¿Cuándo ocurre?
-Cuando hago o digo algo que no le gusta, o nos hartamos del comportamiento del otro, por eso debo ser mas sutil...
-No se quien está peor, tú o él- exclamo en un suspiro que hizo que me avergonzara aun mas y me diera una pizca de enojo
-Déjame ir, en cualquier momento puede venir alguien y no estoy de humor como ves- le expliqué lo mas convincente que pude pero se negó
-Lor, por favor
-Estás con medicamentos y muy alterada, no te dejaré sola, y si vienen yo me encargo- intente salir un rato mas pero paré
-Esta bien- accedí sabiendo que no podía irme tan fácil- pero ve por unas cervezas
-Tienes medicamentos en tu sistema, no- respondió obvio, mi ceño se frunció
-Solo has venido a molestarme- replique y solamente me miro con ¿pena?
Eso me enojo más
-A veces dudo si en realidad maduraste o te quieres un poco
-No vengas con sentimentalismos, solo quiero una cerveza y no me la das- le reproche sentada en el sillón cruzada de brazos mientras él me miraba recostado sobre la puerta
-Es por tu bien- me dijo, voltee los ojos exasperada
-Por sino te has dado cuenta no estoy bien- le replique mientras alzaba mis brazos enseñando los golpes, en respuesta paso sus manos por su cabeza molesto
-Pero trato que cuando estés conmigo sea así en lo que mas pueda
-Si claro…mejor iré a dormir, tú te quedarás en el sofá hasta que me vaya, buenas noches- y emprendí camino escuchando como se despedía resignado
Las horas pasaron, estaba durmiendo y sentí un cosquilleo en mi brazo derecho que me hizo abrir los ojos de golpe
Me espante, lentamente lleve mi mano izquierda hacía mi brazo y sentí una especie de bicho que bote y empecé a gritar
A los segundos vino Lor asustado, prendió el foco y me encontró sentada gritando mientras una cucaracha volaba en mi habitación, era horrible y cómico a la vez

Lor agarró una de mis sandalias y empezó a perseguir al intruso subiendo, saltando y dando golpes al aire mientras yo me cubría con la colcha y miraba la escena desde un pequeño espacio gritando por momentos; así fue unos diez minutos y por fin mató y boto al insecto, le agradecía mientras él se lavaba las manos y yo el rostro, luego fuimos a tomar agua y empezamos a reír cuando vimos el desorden que se había formado
-No entiendo como pudo entrar una cucaracha aquí- comentaba Lor
-Supongo que es porque nadie venía aquí en un buen tiempo
-Lo mas probable…- y bostezo y yo copié su acción, eran tres y media de la madrugada, estábamos cansados
-Vamos a dormir- sentencie, el asentó y partió hacía el mueble pero lo detuve
-Me refería a que vayamos a mi cama, es mas cómoda y me salvaste- dije con una sonrisilla
-No es necesario además tampoco fue la gran cosa
-Loreto, no te he contado mi experiencia con esos bichos así que no fue cualquier cosa, ya vamos tengo sueño- dije esto último con un puchero que nos hizo reír
-Esta bien, pero solo porque los asientos del avión me dejaron desbaratado- asentí y pusimos una almohada en medio para evitar problemas y dormimos plácidamente

Un rato después, media dormida me pareció escuchar un ruido pero no le preste atención, cuando sentí una mano en mi boca, temblé.

Amor traumático Donde viven las historias. Descúbrelo ahora