Amor traumático

24: Pérdida

Cuando llegue a  casa solo tenía ganas de echarme a la cama a seguir llorando pero primero ordene un poco la casa y cocine, del resto ya se había encargado él, por lo menos en eso no tengo quejas. Me bañe, puse algo cómodo, agarré mi celular, conecté música y al ponerle play sonó Faded- Allan Walker y la percibí triste no sé si porque así me sentía, así que quise comprobar lo que una vez me dijo Lor “cuando estamos tristes, cualquier canción aunque no sepamos que dice, para nosotros será triste” resultó que viendo el significado si era medio triste pero yo ya no estaba tan deprimida, me sentía más enojada, enojada conmigo por tener mi vida hecha un desastre, enojada con Illel por no amarme bien, enojada con Oria por arruinarlo todo con su presencia y arruinarlo más cuando decidió irse, enojada con mi madre por no decírmelo antes, en fin…solo quería desquitarme, lo mejor que se me ocurrió fue darle golpes a una almohada, cada vez más fuerte, las palmas se me pusieron rojas, comenzaron a arder como mis ojos que, aunque no quería, sacaban lágrimas.
seguí pegándole a la almohada y grite por todo lo que había pasado, grite, lloré, lance la almohada contra la pared y yo caí sobre la cama mientras sentía que el ardor y el dolor de mis palmas se extendía por el resto de mi cuerpo haciéndome retorcer, hasta el punto que ya no sabía exactamente porque lloraba, solo quería que el dolor se fuera y me dormí con el deseo de que mi vida se resolviera o me dejara.

Horas después me levanté con la decepción del deseo incumplido, la cara, ropa y sábanas sucias de mis lágrimas, fluidos nasales  y el sonido de la música que seguía en reproducción en una que no conocía pero al escucharla me gustó una frase “¿Qué diablos es el amor?” a estas alturas de mi vida ya no lo sabía. Me sentía pérdida…otra vez.