Capitulo XI

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Las palabras de mi abuela no lograron tranquilizarme en lo absoluto, aun tengo la preocupación. Quiero saber lo que esta haciendo y si hay peligro a su alrededor.

Pero no puedo mantenerme cerca de ella tanto tiempo. Tengo responsabilidades y algunas no puedo posponerlas.

A mi mente llega la persona que puede vigilarla todo el tiempo.

Agarro el teléfono de la mesita de noche y marco el numero

—¿Hola?— se escucha del otro lado

—Quiero que me hagas un favor— le hago saber

—Ohhh estoy bien, gracias por preguntar ¿y tu?— dice con sarcasmo

—Es en serio, me lo debes—le recuerdo

—Lo se, no tienes que recordármelo—responde— pero ahora no puedo hablar, así que ve mañana a primera hora a la cafetería de siempre y allí hablamos

—No pue...

—Si no vas, tomare eso como que no es importante— me interrumpe—y de igual manera será pagado tu favor, así que no te deberé nada

>>¿Entonces? ¿mañana a primera hora?

—Si, allí estaré

—Adiós bro

—Adiós 

...

Llegue mas temprano de lo pactado a la cafetería y elegí unas de las mesas del fondo para que ningún metiche escuche lo que tengo que hablar

El reloj marca las 7:12. Veo su silueta entrar al lugar y empieza a buscar con la mirada donde estoy

Sus ojos verdes se encuentran con los míos, sonríe y camina a mi dirección, cuando llega se sienta frente a mi y agarra uno de los ponqués que estaba comiendo

—Si que es importante, para que llegues tan temprano— dice con la boca llena

—Si lo es—le aseguro

—Bueno, ¿de que trata?— pregunta dándole otro mordisco al ponqués

—¿Conoces a Skate Harrison?— le pregunto y veo como asiente, para después tragar y darle un trago al jugo de naranja que yo estaba tomando

—Si claro, ella...

—Quiero que la sigas— lo interrumpo y sus ojos pareces que se van a salir de sus orbitas de tanto que los abrió- quiero que la sigas a todos lados, que las espíes en todo lugar y que si ves algo sospechoso me llames inmediatamente

—¿Sabes que eso se considera acoso? ¿Y sabes que eso lo consideran un delito?— dice moviendo sus manos de una manera extraña—si descubren que estoy haciendo eso iría a la cárcel

>>Peor, si ella se entera que la estoy siguiendo, me matara. Me va a rebanar el cuello como si estuviera cortando mortadela, así, simple. Nooo, creo que hará una lista de maneras de torturarme antes de matarme

—Me la debes—le recuerdo nuevamente—quiero que la sigas a todos lados

—Joder, se que te la debo— dice casi en un grito, se da cuenta de ello cuando la mirada de las personas en el lugar se posan en nosotros, se aclara la garganta— no puedo hacerlo, es que...

—No creo que a tu padre le gustara saber, lo que yo se— lanzo lo único que me queda para que pueda aceptar y me llevo una mirada asesina de su parte

—Esta bien— acepta y yo sonrió—la seguiré a todos lados, la espiare en todo lugar, y te informare de todo

—Es un trato— le hago saber extendiendo mi mano para que la estreche

—Es un trato—repite y estrechamos nuestras mano 

BranxtorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora