Corro por el bosque, escuchando los pasos de él detrás de mí pero aun así no soy capaz de voltear atrás.
Mi corazón late desbocado y mi piel se eriza al escuchar los susurros del bosque, o tal vez están dentro de mi cabeza.
Las ramas de los árboles rasguñan mi piel expuesta y puedo ver sombras a mi alrededor cada vez que un relámpago ilumina el espacio.
Escucho un disparo.
Mi desesperación aumenta y siento un suspiro de alivio en lo que a unos cuantos metros veo el lago. Corro aún más rápido, si eso es posible, y cuando mis pies tocan el agua fría, puedo sentir un poco de alivio.
Una risa resuena en el bosque.
Puedo sentir su presencia detrás de mí, pero sin mirar atrás, emprendo de nuevo la huida, atravesando el lago y corriendo hacia ningún destino fijo.
Siento algo rozar mi cabello y tomando un impulso de valentía, volteo hacia atrás.
Sigo corriendo mientras miro hacia atrás, pero no logro ver nada.
No logro verlo.
Mi cuerpo impacta de lleno contra un árbol, tirándome hacia el frio suelo.
Mi rostro, mis piernas, mi cabeza, mis costillas... De repente siento un giro en el estómago que me impulsa hacia delante. Cierro los ojos mientras mi bilis va dejando una quemazón a su paso por mi garganta, haciendo su camino hasta salir por mi boca.
Abro los ojos.
El suelo está lleno de un líquido carmesí, al igual que mi vestido blanco, y me cuestiono si eso fue expulsado por mí.
Escucho un disparo.
Me levanto rápidamente y empiezo a correr lo más rápido que mis piernas adoloridas, sucias y temblorosas puedan hacerlo. Mi corazón late desbocado y mi vista se va hacia todos lados, tratando de encontrarlo y el no saber en qué punto exacto esta, me está volviendo loca.
Otro disparo.
Ahogo un grito.
A unos metros visualizo unos arbustos. Corro, sintiendo un poco de alivio. Me meto entre ellos y cuando logro salir al otro lado, levanto la mirada y... Todo se paraliza.
Quiero correr, pero mis piernas no se mueven, pero, aun así, no puedo despegar la vista de la escena frente a mí.
Ambos están mirándose fijamente, apuntándose con armas y dejando salir todo el odio que sienten una contra el otro.
Skott se lanza contra Vicente, logrando arrancarle el arma de las manos y tirarla a unos pasos de dónde están. Vicente le da un golpe que lo hace tirar al suelo y estando allí, le da una patada al arma en su mano, volando también a unos cuantos pasos.
Ambos se van contra el otro, dándose golpes, patadas, insultos...
Grito, pero mi voz no logra salir de mi garganta. Quiero intervenir, ayudar a Vicente el cual se ve bastante herido.
Skott le da una patada, él aprovecha y se arrastra hacia donde está el arma, tomándola entre sus manos y se levanta. Pero Skott hace lo mismo y toma la suya y ambos se vuelven a apuntar.
Hablan entre ellos, pero no logro escuchar lo que dicen.
Volteo hacia todos lados, pero solo logro ver árboles y oscuridad.
Mi corazón late en mi garganta y una ráfaga de viento me eriza la piel, a lo lejos percibo algo moviéndose y un peso se acentúa en mi estómago, pero un suspiro de alivio se me escapa en lo que me doy cuenta que es David.
Se escucha un disparo, seguido de otro.
Volteo y observo a los dos hombres caer al suelo, mientras su vestimenta se va manchando de la sangre que brota de sus heridas.
Parpadeo, una y otra vez teniendo la esperanza de que mi vista o tal vez mi cerebro me estaban jugando una broma. Pero veo a David llegar hasta el cuerpo de su padre y lo veo desplomarse a su lado, lagrimas corren por sus mejillas mientras con desesperación trata de tapar la herida de bala con su chaqueta. Tyler aparece en mi campo de visión, se queda paralizado al observar la escena.
Siento una lagrima bajar por mi mejilla. Un grito escapa de mi garganta mientras más lagrimas hacen su recorrido hasta caer a mis pies. Mis piernas recuperan su movilidad haciéndome caer de rodillas al suelo y en ese momento, despierto...
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Branxtor
Mystery / ThrillerSoy Skate Harrison, pero como me llaman las personas del pueblo; la rara. Toda mi vida he tenido que aguantar los murmullos de las personas al pasar por las calles. He indefinidas ocasiones me he preguntado, ¿Qué hago aquí?. Pero al caminar por la...