Branxtor

Capítulo XVI

Si esto es una broma, no me gusta.

—¿Como que cuál chica?, la que estaba allí

—La policía dijo...

—¡Que policía ni que mierda!— me altero— ella se atravesó en el camino, estaba herida. Ella era...

Cierro la boca cuando me doy cuenta que estoy hablando de más.

—Era ¿Que?

—Nada, olvidalo

Me cruzo de brazos y veo la pared frente a mi

—¿Estaría bien si mañana traigo a Davi?— pregunta y volteo a verlo— es que escucho a Sofía hablando por teléfono sobre ti y quiere venir a visitarte, ¿Te gustaría?

—Claro que si— respondo con entusiasmo

Me doy cuenta que fue mucho entusiasmo, pero David tiene un brillo en los ojos que nunca le había visto.

—La traeré mañana por la tarde— dice y se levanta— me iré porque tu madre me dijo que sólo un rato y estoy seguro que ya viene por el pasillo a sacarme.

Río un poco y a él se le vuelve a iluminar la mirada.

Se acerca un poco y me da un beso en la frente.

—Descansa mi niña

Sale dejándome de nuevo en la soledad

Esa chica estaba allí. Ella provocó el accidente, bueno una parte también fue culpa mia, pero ella se atravesó. No pudo huir, estaba muy herida, le era imposible pararse.

Era uno de ellos, era un Branxtor.

¿Estaba allí por casualidad? ¿O estaba cazando?

¿Si estaba allí? ¿Me estoy volviendo loca?

Las preguntas llegan sin parar a mi cabeza y sin darme cuenta, me quedo dormida

...

Mi mamá me despierta para comer la horrible comida del hospital. Al terminar, sonríe contenta y deja la charola a un lado.

—Te darán de alta mañana— dice ocasionandome una sonrisa— pero tendrás que guardar reposo. Me dieron unos días libres para que cuidara de ti

Mi sonrisa flaquea, pero la mantengo.

Mi madre es un problema cuando “cuida” de ti.

En vez de parecer que cuida de ti, como que te enferma más. No se despega de tu lado y se la pasa dándote pastillas, vitaminas, sopas, tes, etc.

Se toma muy enserio la tarea.

—Hay alguien que quiere verte— dice y se levanta de la silla— lo dejaré pasar, aunque es tarde, pero solo un rato ¿Vale?

Asiento.

Sale y después de unos minutos escucho la puerta abrirse, Vicente pasa y se sienta en la silla dónde estaba mi madre antes.

—¿Que tal todo, pequeña?

—La comida de aquí es horrible, pero apesar de eso, bien

—Lo se. Cuenta la leyenda, que hace muchos años atrás, los hospitales hicieron un trato para que en sus instalaciones se sirviera la comida horrible, así los pacientes quisieran irse rápido y no regresar.

—Eso es muy cruel— digo riendo— pero cierto, ya me quiero ir.

—Te traje esto— dice y saca una pequeña tácita de su chaqueta— es pastel de chocolate y fresa. Tu madre le dijo a Sofía que era tu favorito y ese día en la cena vimos que te gustó mucho. Sofía preparo este para ti.

Tomo el recipiente y lo destapo inhalando el rico olor que me hace agua la boca.

—Fue difícil pasarla sin que tu madre se diera cuenta— añade

—Me imagino

Como un bocado y siento como el chocolate y las fresas se unen haciendo una explosión en mi boca.

—Comelo antes de que llegue tu madre

Me devoró el pastel en pocos minutos y después de limpiar bien las paredes del recipiente con mi dedo índice, se la entrego.

—Gracias

—No es nada, pequeña

Sonríe.

—¿Como sucedió?— pregunta

—Yo estaba regresando de aque Tyler— digo y asiente— se me olvidó ponerme el cinturón y iba a muy alta velocidad. Pero era un carretera solitaria, desde que iba a allí nunca había visto un auto pasar por ahí, como iba a saber yo que ella saldría así tan de repente. Yo frene pero ya era muy tarde y chocó con el auto.

»La verdad, no se cuanto tiempo pasó allí, pero salí y le medi el pulso, estaba viva. Vuando quite los dedos de su cuello, abrió los ojos, los tenía muy rojos y me di cuenta que no estaba ahí de casualidad, estaba cazando. Estaba muy herida, muchísimo. Pero me desmaye y cuando pregunté por ella me dijeron que no estaba ninguna chica allí.

Vicente quedó un momento mirando la pared fijamente.

—La ayudaron— exclama y voltea a verme

—¿Quien?

—Otro branxtor

¿Tuve a dos branxtor a mi alrededor mientras estaba inconsciente?

<<Que bueno llegaron los policías, si no, no lo estuvieras contando>>

—¿A que hora fue el accidente?— pregunta

—No lo se, estaba anocheciendo

Abre la boca para hablar, pero es interrumpido por el conocido sonido de la puerta abriéndose.

—Se acabo el tiempo— exclama mi madre ocasionándome un mal sabor de boca

—Ya me voy— responde Vicente

Se levanta y se inclina hacia mí dándome un beso en la frente.

—Hoy es el día de los besos en la frente— expreso hacia los presentes, rien— si no estuviera aquí no me los dieran ¿Verdad?

—Yo te los doy todo el tiempo— refuta mi madre

—Buenas noches, pequeña

Me da un corto abrazo que correspondo.

—Buenas noches, abuelo

Abro mucho mis ojos al darme cuenta de mi error, pero al querer enmendarlo, Vicente y mamá ya estaban saliendo de la habitación con una gran sonrisa en sus caras.

No tiene nada de malo que le haya dicho abuelo ¿Verdad?. Todo el mundo se equivoca.