Branxtor

Capítulo XVIII

Me levanto a la cama y caminó hasta el pequeño baño en la habitación, hago mis necesidades, me lavo las manos y veo mi reflejo horrible reflejo en el pequeño espejo circular encima del lavamanos.

Mi cara esta llena de cortes y rasguños, tengo una gasa cubriendo un lado de mi frente y sin olvidar el yeso en mi brazo.

Con cuidado, retiro la pequeña tela de mi frente dejando al descubierto la herida.

Observó el corte que esta cubierto de un polvo blanco, pero aún se puede ver lo rojizo en las orillas y que es profundo, muy profundo.

—Skate

Escucho la voz de mi madre llamarme desde la habitación.

Salgo del baño y me siento en la incómoda cama mientras ella teclea algo en su teléfono, dura unos minutos y luego levanta la mirada hacia mí. Su ceño se frunce para darle la bienvenida a una cara de espanto.

—¿Porque te quitaste la gasa?— pregunta con los ojos muy abiertos

Si no me doliera la herida, me hubiera pegado en la frente por idiota.

«Definitivamente, el golpe te removió el cerebro»

—Queria ver— respondo encogiéndome de hombros

—No puedes quitártela—sentencia levantandose de la silla—y menos en un baño, ¿Sabes la cantidad de bacterias que hay en un baño? No, no sabes pero son muchas, demasiadas y te pueden infectar la herida...

Y salió de la habitación aún hablando sobre el peligro de las bacterias.

Pasan unos minutos y entra de nuevo con una charola, en esta hay alcohol, algodones y otras cositas para curar. Llena uno de los algodones con alcohol y empieza a limpiar la herida con delicadeza.

—Es grande—mencionó mientras bota un algodón y toma otro

—¿Que?—cuestiona

—La herida

—Bastante—dice asintiendo

—¿Porque no la cosieron?

—Lo íbamos a hacer pero David dijo que dejaría una cicatriz y que de seguro no te gustaría una cicatriz en tu cara, entonces dijo que la curamos con miel y medicamentos.

—¿Y desde cuándo sigues consejos de alguien que no estudio medicina?— cuestiono extrañada

Abre sus ojos como platos, traga saliva y empieza a morder su labio inferior.

Abre la boca para hablar y en ese momento le llega una notificación a su teléfono.

—Tengo que irme, me necesitan para algo— dice levantandose rápidamente de la silla— vuelve pronto. Descansa

Me da un beso en la frente y sale de la habitación como alma que lleva el diablo.

Me parece raro que mamá le haya hecho caso a David, ella no es así.

El aburrimiento me consume y me acomodo en la cama cayendo en la oscuridad.

...

La noche paso rápido al igual que la mañana.

Davi vino a visitarme junto a sus padres.

Se sentó en un espacio que le hice en la cama y allí empezó a contarme de todo lo que hizo el día anterior, de cómo Santiago no había querido jugar con ella y que Sofía no le habia dado pastel. Según ella, su mamá tenía preferencia por Santiago y la discriminaba a ella por ser mujer.

«Que mente tiene esta niña»

Pero no duró mucho, ya que después de un rato se quedó dormida encima de mi. Le acariciaba el cabello mientras ella dormía esperando el momento en que sus padres aparecieran en la habitación porque a pesar de ser chiquita, pesa mucho. Pasaron unos minutos en los cuales ya me preguntaba si Sofía y David se olvidaron de Davi y se fueron del hospital, pero los mencionados entraron a la puerta y David tomo a las niñas en brazos, me dio un beso en la frente y salió rápidamente de la habitación. Veo a Sofía con extrañeza y ella me da una sonrisa.