Capitulo X

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Hace media hora que cerré la biblioteca y la viejita irresponsable de Stella aun no se ha aparecido por aquí

<<Y que no tardaba mucho>>

<<Se fue hace 5 horas>>

Tenia que irme temprano hoy para visitar a los Ferrer. Mamá dejo una nota esta mañana en la isla de la cocina que cocina, que decía claramente que tenia que ir a disculparme por los Ferrer por salir así de la cena

Veo la pequeña silueta de Stella aparecer en mi campo de vision—Aleluya, pensé que dormiría aquí— le digo levantándome de la silla detrás del mostrador

—Si eres dramática—dice torciendo la boca—puede irte, yo me hago cargo

Tomo el libro que estaba leyendo y me apresuro a la salida

—Adiós—me dice antes de que yo cruce la puerta

—Adiós— le respondo

Salgo de allí y me dirijo al estacionamiento, busco las llaves del auto en mi bolsillo mientras no quito la mirada del libro

Siento de nuevo la sensación de que alguien me vigila, así que levanto la mirada del libro y observo el lugar. No hay ni un alma, vuelvo a leer pero la sensación no se va

En un movimiento rápido, que no se de donde salió. Giro agarrando por la muñeca la mano que se iba a poner en mi hombro

—Ay— dice el dueño de esta

Lo miro pero la oscuridad hace que no lo vea bien

—¿Thomas?—pregunto soltándole la mano

—El mismo—responde sobándose la muñeca— buenos reflejos ¿eh?

—Si

—Se nota que tu padre te entreno bien— dice

Lo miro y el inmediatamente aparta la mirada y se rasca la nuca

—Que-quería preguntarte algo—dice con la mirada en sus manos

—Dime—le respondo mirándolo fijamente

—Es que, que-quería saber— dice tartamudeando

—Vamos Thomas que le dije a Stella que no quería dormir aquí— lo animo

—¿Quieres salir conmigo?—su pregunta me toma desprevenida y el debió notar la impresión en mi cara, porque añadió

—Como amigos, para hablar de lo que paso mientras no hablábamos—dice tan rápido que apenas lo entiendo—no se, cenar o lo que tu quieras

>> Por aquí hay un café muy bonito, podemos ir y hablar tranquilos

—Si, claro—digo y el sonríe— pero hoy tengo un compromiso, tiene que ser otro día

—¿Podemos almorzar mañana?—pregunta con una sonrisa tímida

—No lo se, porque mañana trabajare y Stella de repente esta y después ya no— el asiente— pero yo te aviso ¿si?

—Si— responde sonriendo

—Bueno, ya me tengo que ir— digo iniciando la caminata hasta mi auto

—Adiós Skate

—Adiós

...

Toco el timbre de la casa de al frente y es abierta por la pequeña Dary

—¡SKATE!— grita haciendo que su madre aparezca

—Hola pequeña— la saludo, ella extiende los brazos para que la cargue, la tomo y le señora me deja pasar

BranxtorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora