capitulo 24

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El día en Gusu Lan había sido ligeramente diferente, la razón de este leve cambio era el mayor de los dos jóvenes que Hanguang-Jun había llevado al clan. Y es que Yaoyan, se la había pasado buscando una oportunidad para lograr hacerse con el pase de clan, este objeto era un pequeño jade de color blanco que portaban aquellos a quienes se le otorgaba una gran responsabilidad y tenían permitido salir y entrar sin restricciones de Gusu. Los cultivadores de esta secta no habían tenido inconvenientes con sus deberes pero si que les parecía curioso como aquel joven que se movía de un lado a otro supuestamente oculto, para permanecer cerca del segundo maestro Lan.

la noche cayo y Wei Wuxian al fin tuvo su tan ansiada oportunidad, cuando encontró a Hanguang-Jun a quien perdió de vista por un corto tiempo y lo encontró en aquel lago llamado Primavera Fría, que se caracterizaba por sus cristalinas aguas y sus cualidades de ayudara a mejorar el daño del cuerpo. pero su oportunidad se hecho a perder debido a que pudo ver la espalda de Hanguang-Jun donde residían atravesadas cicatrices de diferentes tamaño, unas mas marcadas que otras y mas grandes que otras.

-"esas cicatrices son de látigo de castigo, ¿Qué hizo Lan Zhan para haber recibido tal castigo".- perdido en sus pensamientos no presto atención a los sonidos que estaban a su espalda asta que alguien le hablo.

- ¿Qué estás haciendo aquí?.

- ju-juro que no vi nada, lo juro.- la respuesta sorprendió a los jóvenes cultivadores que lo habían pillado con las manos en la masa, expresión que cambio con gran rapidez a una de intriga.

-¿Qué no viste?, ¡Explícate! - exijo aquel joven de nombre Yingyi.

-ju-juro que no vi a Hanguang-Jun desnudo.- esta ves Yoayan hablo tan rápido que apenas se le logro entender su palabras.

-¿Qué dijiste?.- la sorpresa se marco en aquel muchacho, mas al caer en cuenta de que se había mencionado el nobre de su maestro su cara cambio de expresión dando a conocer su molestia, sin embargo, nada podía hacer ya que no quería que el segundo maestro del clan lo castigue. -¡Desvergonzado! - fue el grito que se escucho a unos metro de distancia del joven invitado por un muy molesto Yingyi que arrastraba a su compañero con el que había llegado a ese lugar.

-Wei Ying.- se escucho que alguien llamo a su espalda. El nombrado se dio la vuelta para ver a la a otra persona que lo miraba con reproche; sonrío y dijo:

-he! Lan Zhan, ten han quitado tu frase.- el tono de burla se hacía notar, más el contrario no le dio importancia.

Soltando un suspiro Lan Wangji tomo la mano del contrario y sin escuchar los reclamos que le hacia lo llevo hasta el Jinshi; Pobre Wei Wuxian, había olvidado que cierto objeto en su mano tiene la misma función si lo requería, y quizá habría evitado toda aquella situación. Una vez habían llegado al lugar anteriormente mencionado, el Lan dejo al joven en una de las habitaciones mientras el iba a la suya para vestirse. luego de unos minutos regreso a ver a su "invitado" para comunicarle lo que debía hacer.

- Wei Ying, iré a ver a mi tío, pronto será el toque de queda...-Lan Wangji es interrumpido por el nombrado.

- ya se, no salir después de las nueve - completo Wei Ying.

- hmn.- Lan Wangji asintió y se marcho. Su tío había llegado al caer el sol esa misma tarde, así que le hizo saber sobre lo que había encontrado en la cacería de la noche anterior explicándole que se trataba de un brazo lleno de energía resentida.

Wei Wuxian, observo como aquel hombre se perdía de su vista tras salir del Jinshi, soltó un suspiro y entre el silencio del lugar y su tan poca tolerancia a permanecer quieto se puso a buscar en aquella habitación algo con lo que entretenerse, no encontrando nada salió de ahí y se dirigió a la habitación principal, hecho un vistazo rápido y al no encontrar nada de su interés se decidió por sentarse en el suelo; jugando con sus pies que los movía de un lado a otro con aburrimiento en  la mirada. El sonido hueco se hizo escuchar, dado a su curiosidad empezó a ver de donde provenía, pronto se dio cuenta que aquel ruido venia del suelo, al parecer el ponerse a jugar de esa manera había hecho que por casualidad encontrara el secreto de su anfitrión.

Nada Es Lo Que PareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora