capitulo 27

286 31 30
                                    

Ya una semana había pasado desde que Jiang Cheng se encontraba en Gusu.

Durante ese tiempo no habían pasado muchas cosas, al menos para la secta entera.

Lo único que si fue un gran cambio, era el hecho de su tiempo de sueño, (claramente como lider de una secta tenía que levantarse temprano, por lo que su hora de despertar era las seis de la mañana en yunmeng); hacerlo una hora antes le había repercutido bastante en su rutina de descanso. La principal señal de ello fue que aquel día se había levantado casi siete y media de la mañana.

Apenas estaba sentado al filo de la cama, las mantas se enredaban alrededor de su cintura estando con una pierna fuera de esta y la otra flexionada aún sobre la cama, mientras se apoyaba con una mano, usando la otra para sobarse los ojos de uno en uno, al mismo tiempo que su hermoso y largo cabello un tanto enmarañado caía hacia aún lado. En ello estaba cuando escucho la puerta ser abierta, por lo que abrió un ojo mientras se refregaba el otro. Era lan Xichen quien entraba al Janshi con una bandeja llena de comida.

Por otro lado Xichen al ver aquella imagen tendió a sonreír lleno de ternura, caminando hacia donde se encontraba una mesa baja para dejar la bandeja ahí.

Una vez con las manos vacías se acercó hacia su esposo que ya estaba de pie. Pudo ver qué aún estaba adormilado pero al mismo tiempo tenía el ceño fruncido.

- Lan Huan, por qué no me despertaste antes. - le recriminó Jiang Cheng abrazándose al cuerpo del contrario.

- no quería irrumpir tu sueño. - respondió suavemente. - anda ve a lavarte antes que se enfríe la comida.

Viendo cómo su esposo se marchó a realizar lo que le pidió se dispuso a sacar un cambio de ropa que coloco en la cama. Al finalizar aquello vio como Jiang Cheng regresaba y tomaba asiento frente a la mesa.

- deja eso ven a comer también- . La voz de Jiang Cheng tenía un tono duro. Pero aún así Xichen hizo caso a su petición.

Media hora pasaron en silencio al comer, para luego pasar a Jiang Cheng estar sentado frente al espejo mientras Xichen peinaba su cabello, todo eso lo hacían por costumbre en el más grande silencio.

- debo retirarme ahora, deberías descansar un poco más -. Comentó antes de empezar a salir.

Jiang Cheng estaba sentado terminando de arreglar la diadema.

- espere líder Lan-. Ante el pedido Xichen se detuvo junto a la puerta abierta. Cuando volteó para ver al contrario sintió el tibio toque en sus labios. Jiang Cheng lo había besado. - que tenga un buen día esposo mío - dijo Sandu Shengshou.

- Wanyin, gracias-. Respondió y beso su frente justo debajo de aquella piedra de Jade.

Wanyin corrió la puerta para cerrarla y luego se dirigió hacia el espejo. Tenía las manos las apoyo con fuerza sobre la mesa en que reposaba el espejo.

Su reflejo era de total molestia, con el ceño fruncido y apretando su labio inferior entre sus dientes. Sabía de sobra que Xichen no lo amaba pero en el crecía el temor de que la historia se repitiera. Golpeó la mesa para desfogar su enojo y a cambio recibio una imagen de el mismo con la túnica blanca que pertenesia a su esposo cayendo de un lado dejando ver las maracas entre su cuello y hombro.

Las acarició con suavidad, mientras recordaba como Xichen lo había tomado la noche anterior, no quizá no había sido tanto el cambio de horario lo que lo llevó a despertar tarde aquel día, por el contrario Xichen sí que tenía que ver bastante con ello. Dejando todo su torso al descubierto pudo apreciar las distintas manchas de un color rojo a morado que se expandían por todo el lugar.

Nada Es Lo Que PareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora