*Capítulo 18*

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"-Dale, Ramón ¿Nos vas a caer a coba de que eso es todo el betulio que tienes?"

"-Es lo único que les voy a dar, mamawebo. "

"-¡No seas marico! Ramón ¡Pórtate serio, tienes más allí!"

-¿Es ese? –Mark señaló hacia el frente, muy lejos de estar confundido y demasiado confiado en que ese sudado hombre barbudo y canoso era el sujeto que estaban buscando. El mismo que vio varias veces merodeando por los barrios y urbanización, el mismo que sabía que, desagraciadamente, era el padrastro de Daniela.

-El mismo, menor... –Confirmó Namjoon, porque también lo conocía.

Se había relacionado con ese sujeto hace algún tiempo atrás, con drogas y prostitutas. Un pasado rebelde y tétrico que a Namjoon no le gustaba para nada contar, menos recordar. Pero, a pesar de que nunca llegó a vincularse con ninguna de esas mujeres que Ramón ofrecía como todo un proxeneta que era, sabía lo que hacía y donde se estaba metiendo. Nadie debía de partirse el cráneo o ser muy inteligente para entender la "liga" en la que estaba involucrado ese hombre. La figura paterna de su ex compañera del liceo.

Es una pena que todos, aun siendo unos niños inocentes, tuvieran que haber pasado por tanto. Teniendo ese hombre un... setenta y cinco por ciento de la culpa. Era un porcentaje razonable, si Namjoon se ponía a sacar cuenta de todas las crías que ha envuelto en el vicio, o matado.

-¿Le llegamos sutilmente por detrás? fuera 'e chinazo. O... ¿Le baleamos la cabeza de una? –Mark se tocó la cintura, acariciando su arma. Se sentía demasiado ansioso como para razonar, no podía esperar para darle su merecido, sacar la pistola y usar la autoridad policiaca.

Sonaba muy fácil, pero...

-No. Aquí no... -Namjoon lo detuvo de inmediato, sabiendo de antemano como resultaría todo eso. No era un Nostradamus ni un profeta que predecía el mañana, pero, por favor...

La calle estaba repleta de niños.

-Sigamos el protocolo. La justicia lo condenará antes que nosotros. Recuerda mis palabras, el fiscal no ha firmado la hoja cuando ya se están rifando el culo de este cabron en el penal.

Mark sonrió a medias ante las palabras de Namjoon, y sin más, comenzaron a caminar con dirección hacia el sujeto que estaban buscando, preparados para enfrentarlo y directos con sus intenciones, a toda costa.

No era que Kim no quisiera matarlo allí mismo, porque a él ganas tampoco le faltaban. Simplemente debían seguir la orden y el proceso policiaco, porque era lo correcto. En su mente, no valía la pena perjudicarse por un asunto ajeno, menos cuando ese pavo está pasado en el horno y no falta es nada para que se queme.

Todo estaba demasiado claro, él lo había hecho.

Ramón, sin duda, había matado a la mamá de Daniela.

El director JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora