*Capítulo 10*

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Daniela:

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Daniela:

¿Estás?

9:30 am.

Visto.

Hice mueca al volver a ser ignorada por él otra vez. Se estaba tomando demasiado enserio lo de "molestarse conmigo de verdad".

-Iré a la estación de policía para dejar tu declaración ¿Oíste? -Asentí ante las palabras de Kim, viéndola colgarse el bolso sobre el hombro mientras Jimin recogía las llaves del perchero para dirigirse a la puerta- No salgas de la casa.

Sonreí a medias, sabiendo que no tendría otra alternativa.

-Llegaremos antes del mediodía. Cocínate lo que quieras -Me habló Jimin desde la salida, despidiéndose con una mano. Cuando estaba por devolverle el gesto, ya había desaparecido entre los arbustos del jardín.

Iban a salir, a resolver mis problemas, y me dejarían sola en casa. Con Jeck.

-¿Estás bien? -Susurró Kimi mientras se acercaba para levantar mi mentón. Alejé su mano mientras asentía, no queriendo que se preocupara. Aunque sabía que mis ojeras no me estaban facilitando las cosas. No había podido juntar las pestañas en toda la noche, pensando y sobresaltándome ante cada ruido que escuchaba.

Estaba echa un asco total. Por eso no me negué cuando Jimin y Kim me trajeron a su casa. Bueno, yo no acepté, ellos me obligaron. Pero igual no me resistí, porque no quería estar sola.

Enserio que el sonido de las plantas chocar con el cristal de la ventana empezaba a volverme loca. Sentía un ataque de nervios por casi todo, y no podía quedarme quieta por más de tres minutos. Necesitaba hacer algo. Distraerme para no pensar.

Y Jungkook seguía sin responderme los mensajes...

-Voy a irme -Kimi se alejó, caminando de espaldas para poder observarme y esperando una reacción de mi parte. Como la mueca de Jeck en su primer día en el kínder, cosa que no iba a pasar.

Sí, no quería quedarme sola. Pero no era un bebé, no iba a ponerme a llorar por eso.

-Ya vete -Sacudí las manos para echarla, sacándole una mueca- Estaré bien.

-Cocínate lo que quieras.

-Ya Jimin lo dijo.

-Excepto mis fresas, no me las toques.

Reí al escucharla, viéndola cerrar la puerta al salir. ¿Para qué me dice que puedo comer lo que quiera y luego me limita? No tiene sentido.

La pantalla de mi teléfono seguía apagada, siendo la cruel señal de que aún no recibía una notificación. De la persona que tanto estaba esperando por qué me respondiera, Jungkook.

El director JeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora