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"Vuelve todavía te necesito"- Hold On,Chord Overstreet
Sebastian despierta debido a una fuerte sacudidas en su cama, por un segundo cree que esta en un campo de batalla ya que siente demasiado frio, abre los ojos encontrándose con su ayudante, el cual tenía un balde de agua fría en sus manos y se da cuenta que las ventanas de su habitación estaban abiertas.
- ¿Qué diablos haces muchacho? – gruñe molesto.
- La señora Stan me dijo que no le importaba de que forma despertara- sonrie el jovencito sonrojado- y realmente lo intente todo coronel
- ¿Qué necesita mi esposa?
- Hoy de madrugada llego su padre el duque junto al conde, creo que su apellido era Cavill
- ¿Qué? - gruñe molesto poniéndose de pie
- Creo que vinieron por la señorita Pugh... pero lleva una hora gritando, diciendo que se suicidaría si la intenta llevar ¿Cree que lo haga?
- Espero que no- gruñe Sebastian- ¿Qué te dijo específicamente mi esposa?
- Que lo espera en su salón, están allí tomando té y comiendo bocadillos. Pero realmente parece un poco incomoda.
Sebastian en esos momentos se da cuenta de los gritos ensordecedores de su cuñada los cuales le recuerdan todo lo bebido el día anterior.
El simplemente se mete a su tina hundiéndose por completo tratando de despabilar lo más rápido que puede, bebe casi una jarra con agua antes de comenzar a vestirse y posteriormente un desayuno rápido lleno de comida grasienta, cortesía de la cocinera.
Gruñe, viéndose en el espejo, lucia bastante decente, baja al primer piso donde ve a su esposa en la sala de estar bebiendo té mientras su padre parecía a punto de perder la cordura y el conde Cavill miraba a Lily con admiración, como si fuera una perfecta obra de arte que decora el lugar.
- Buenos días duque- dice el hombre viendo a su suegro- veo que descubrió el escape de su hija, realmente lo esperaba para un par de días más.
- ¡Robo uno de mis caballos! - gruñe molesto el duque más bien enfurecido – lo vendió para arrendar una carroza. Uno de mis caballos vendidos por unas cuantas monedas.
Sebastian trata de no reír y solo asiente, ve a Lily la cual bebe un poco de su té así que el se sienta a su lado pasando su mano por su cintura, ella no se tensa bajo su toque solo da una lenta sonrisa.
- Querida- sonrie viéndola
- ¿Desea beber té? Esposo
- Por favor- responde el
El coronel odiaba beber té, pero sonrie cuando ella comienza a prepararle una taza endulzándolo como usualmente lo bebía luego de tener un día agotador, además llevándole una pequeña bandeja con sándwich. No hace lo mismo ni con su padre, ni el conde, a los cuales le sirve una sirvienta.
