Uno.
"Si el mundo se te viene encima
No hay nada en esta vida que no haría"- Hey Brother, Avicii.
Sebastian cabalgaba rápidamente sintiendo un profundo dolor en sus costillas, no era para menos el grupo de rebelde que los habían atacado lo hicieron con una gran capacidad de fuego, eran afortunados de no haber recibido bajas durante aquel día, aunque sabía muy bien que lo mejor era descansar, aunque tenía planes con una de sus tantas amantes y luego quizás pudiera dormir por un mes.
Mira a su izquierda donde su teniente también cabalgaba delante de la carroza que traía a los más jóvenes de los soldados, su rostro tenia una nueva cicatriz a causa de una espada, aun así, parecía estoico de lo sucedido.
- ¿Qué haremos con el joven duque? - pregunta el teniente cuando estaban cada vez más cerca de la ciudad- cuando paramos en la ultima posada dicen que padre esta dando una gran recompensa a quien lo lleve sano y salvo a casa. Supongo que es lo que un hombre debe hacer por su heredero, es lamentable que tenga tan poco carácter.
Sebastian asiente, ni siquiera cuando el era una adolescente se comportaba tan idiota como el hijo del duque, quizás uno de los problemas de vivir entre grandes riquezas era no saber hasta qué punto se podía tener suficiente. Pensar que un niño había escapado a la guerra para sentirse más hombre solo le daba un dolor de cabeza.
-Me hare cargo yo... estoy seguro de que el Duque Pugh no estará feliz que su hijo escapara de casa y es probable que quiera la cabeza de alguien. De todas formas, lo llevare a su casa y que el le de el correctivo que crea que merezca.
El teniente asiente, la tenía una esposa e hijos y perdería la cabeza si uno de sus hijos tomara tan irresponsable decisión, teniendo en cuenta que el hijo menor del duque probablemente viviera con más lujos que un príncipe.
Sebastian detiene su caballo y camina hacia la carroza donde ve al joven Harry Pugh sentado cerca de los barrotes estaba pálido y no era para menos luego de ver toda la sangre derramada, estaba seguro de que nunca más buscaría una aventura como ella.
- Bajando soldado- exclama Sebastian cuando para el caballo dependiendo de el- debemos ir por el otro camino, iremos a casa de tu padre
- Si coronel Stan- dice rápidamente el joven bajando tan rápido como sus delgadas piernas se lo permitía
Los demás soldados parecían irritados, sobre todo al descubrir el hijo de quien era. Sebastian baja de su caballo pasándoselo al chico mientras el se sube al de su teniente que decide seguir ahora en la carroza para también tomar una siesta, llevaban varios días viajando solo descansando en pequeñas posadas.
En el viaje ninguno de los dos habla es un camino bastante largo en caballo. Pero aun así parecen disfrutar del agradable sol que estaba brillando sobre Londres en aquel momento.
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La esposa del coronel Stan | Sebastian Stan.
Narrativa Storica¿El seria lo suficientemente cruel para romper el corazón de su joven e inocente esposa?