- Diecisiete -

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Diecisiete.

"Ella siempre va a adiarme, sin importar lo que diga

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"Ella siempre va a adiarme, sin importar lo que diga

Y no hay duda el amor se ha ido"- Always hate me- James Blunt







Cerca de cinco días pasaron en aquella posada, Sebastian conoció al comandante Kove el cual solo conoció en algunas reuniones. No esperaba realmente que el frio militar fuera lo más cercano a un padre para Lily. En todo momento se mostro cercano a el hablando de lo afortunado que era. Aun así, al saber que todo su escuadrón había muerto sentía un duro pesar en el fondo de su estómago.

Por otra parte, se llevaba muy bien con Kristine, la chica sin lugar a duda era bastante divertida, ella tenía dieciochos años así que junto a Lily la invitaron el próximo verano a Londres para que fuera presentada en sociedad. Era lo menos que podía hacer cuando ella y su esposa lo ayudaban a prácticamente realizar cualquier actividad.

Cuando ya estaba mucho mejor decidieron volver a Londres, el señor Kove y Kristine se despidieron aceptando la invitación a ir a verlos lo antes posible.

El resto del camino hacia Londres cuando estaban los dos solos, Lily solo estaba apoyada en su pecho mirando por la ventana mientras el leía algún libro. Su esposa parecía incapaz de alejarse de él, durante las noches despertaba llorando y el solo podía consolarla diciéndole que estaba a su lado. Cuando recibió los disparos lo único que podía pensar era en Lily lo que le provocaba un malestar en el pecho. Se estaba volviendo vulnerable y eso no le agradaba.

Debido a los disparos en su cadera Sebastian quedo con una pequeña cojera que según el medico se le pasaría con el paso de los meses, aun así, sentía un ligero dolor que no le exponía a su esposa. Para que no lo mirar con esos ojos de lastima.

Se daba cuenta que Lily había adelgazado aún más, parecía incapaz de dormir si no estaba el acariciando su cabello y le preocupaba lo dependiente que se estaba volviendo en tan poco tiempo. Sebastian no era un romántico por lo cual era difícil para el entender todo lo que estaba pasando la mujer.

Al llegar a Londres, Lily despierta sentándose mucho mejor. Aun así, lucia profundas ojeras que parecían incapaz de borrarse de su rostro.

- ¿Cómo estás?

- Me duele algo la cadera- responde Sebastian viéndola

- Quizás deberías darte un baño y dormir en cuanto lleguemos

- Me gustaría dormir solo

- ¿Solo?- cuestiona ella viéndolo

Sebastian solo asiente mirando hacia el frente, no es capaz de ver a su esposa que como siempre solo asiente.

Cuando el chofer para la carroza frente a la propiedad por fin siente que puede respirar, baja suspirando para no maldecir a causa del dolor en su cuerpo, Sebastian es el primero en bajar y sonrie cuando su madre sale corriendo a abrazarlo.

La esposa del coronel Stan | Sebastian Stan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora