20-02-15
Aún noto mi garganta ardiendo,
el sabor a caramelo,
y las risas retumbando en toda la casa.
¿Cómo te explico que soy feliz sin pretenderlo?
El dolor de mi cabeza hace que todo vuelva a palpitar.
(Dejo el minúsculo vaso. Da igual que sea poco, no quiero más).
Que bien sienta estar en buena compañía.
He encontrado mi sitio.
No quiero que esto acabe,
prometeme que ellos no se irán.
Sienta tan bien ser uno mismo...
de nuevo, y de verdad.
—M.
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El Año De Los Fugitivos
Non-FictionSólo el día a día de una chica normal en el peor año de su vida. ¿Conseguirá escapar de sí misma? Copyright © 2014, 2015. Todos los derechos reservados.