El Año De Los Fugitivos

La primavera (II)

«Para ella nunca era primavera, ni verano ni otoño, sólo invierno. Un invierno frío y largo, el cual siempre tenía que atravesar sola. Sin que nadie colocara esa alegría de la todos disponían, nadie que diera un sol para derretir el hielo que había congelado su corazón.»
—La primavera, Original—.

La chica del corazón helado, hoy escribe desde otro punto de vista.
Alguien descongeló su corazón,
y después lo hizo añicos.
El tiempo, y con sonrisas como pegamento, consiguió recomponerlo y aún tiritaba.
Ahora esa chica tiene su sol.
No es como ella lo pedía en su día, pero lo prefiere así.
Esa chica tiene personas.
Tiene a alguien.
La chica del corazón helado está dejando su corazón descongelarse.
Y por fin ve el invierno bonito, y vive el verano, y el otoño.
Aunque ella prefiera la primavera, porque ella es como la primavera.
Sencilla pero bonita en el fondo... pero nadie la aprecia.
Ella quiere ser como la primavera.

—ese texto lo escribí hace un año para un ejercicio de Literatura. Sólo he recuperado esa parte, lo demás se perdió (como soy tan ordenada...). Espero que os haya gustado.
Os quiere: M.—