Ellos eran polos opuestos,
algo parecidos.
Ella era tan solitaria y distraida,
como él era engreído y detallista.
Él insistió mucho en ella,
algo le atraía de su forma de ser.
Parecía diferente.
Tenía algo extraño, pensamientos que no la hacía una adolescente más.
¿qué buscamos en la vida? –le preguntó el profesor de filosofía.
-Deberíamos buscar a alguien que nos quiera por como somos, no por lo que queremos ser.–Y entonces entendí que la chica de la mesa del fondo no era igual a todas.–Todos tenemos una fachada, una barrera impenetrable a nuestro corazón. Buscamos a ese alguien que salte la barrera, que destruya esa fachada. Que nos quiera de verdad.–En ese momento, me empezó a interesar.Tras semanas de intentos (fallidos) por iniciar una conversación decente, ella me dijo:
–¿Qué quieres?
-Conocerte.
-No gastes tu tiempo en mí.–Alli estaba la respuesta, la chica de la mesa del fondo tenía el corazón roto.
-Das charlas sobre "encontrar a ese alguien" pero no dejas que nadie se acerque a ti. Tal vez quiera gastar mi tiempo en ti, es más, quiero hacerlo.-Por primera vez sonrió.
Y la chica del corazón roto me dejó gastar mi tiempo en ella.
Realmente, no lo perdí.
-M
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El Año De Los Fugitivos
Non-FictionSólo el día a día de una chica normal en el peor año de su vida. ¿Conseguirá escapar de sí misma? Copyright © 2014, 2015. Todos los derechos reservados.