9. JADE

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NARRA VANESSA:

Correr como una loca por toda la calle para poder llegar al autobús que debe llevarte cuanto antes al instituto no es una de las mejores opciones.

¿Que por qué?

Pues por muchas razones: gente que te mira como si estuvieses trastornada, tener un 50% de posibilidades de que se te abra la mochila y se te caiga todo (si lo cuento, es que ha pasado), tropezarte y caerte delante de media ciudad...

Os contaría más cosas, pero tengo que salir pitando del autobús y entrar más rápido aún a clase.

Espera, ¿qué clase me toca ahora?

...

¿Lengua? Lo que faltaba, empezar bien el día. Voy corriendo y me choco con bastantes personas que me miran como si fuese un bicho raro. He faltado a clase y tal, y todo el mundo sabe por qué, pero vamos, que no es como para mirarme con esa expresión de: "aléjate de mí, tienes piojos."

Escucho sonar el timbre, bien, no llego tarde. Me vuelvo a chocar con alguien y noto como una cabellera pelirroja se vuelve y me abraza de repente.

- ¡VANESSA!

- Hola, Brooke. - la digo devolviéndola el abrazo.

- ¡HAS VUELTO! Pensé que no volverías después de... - se calla al instante y a mí se me encoge el corazón. Tanto por el hecho como por su expresión de preocupación hacia mí. Nunca, en mi vida, se habían preocupado tanto por mí. Excepto Claire, claro.

- Pues aquí me tienes. - la digo con la sonrisa más radiante que puedo llegar a fingir. - Cuéntame. ¿Cómo han evolucionado las cosas desde que no estoy? Por cierto, si es posible, ¿me podrías pasar apuntes de lo que hayáis dado desde que no he estado?

- Claro, lo que quieras. Sabes que no me dejo ni un apunte por tomar. - me dice enroscando su brazo al rededor de mis hombros.

- Genial, gracias. - la digo apretujándola contra mí.

- Vamos, tenemos clase.

- No... - la digo haciendo un puchero.

- Vaaamos. - me dice tirándome del brazo. - Además, nos han cambiado de sitio. ¡Eres mi pareja de mesa!

- ¿En serio? - pregunto emocionada.

- No... Pero yo lo arreglo. - me dice convencida de sí misma.

- ¿Te crees que la bruja esa nos va a dejar cambiar los sitios asignados?

- Tú no estabas, así que ya ni se acordara de dónde te ha puesto. No se hable más, - me dice con firmeza y alegría al llegar a la puerta de clase. - te sientas conmigo, amiga.

En ese momento, me sentí completa. Me sentí feliz.

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NARRA CHARLIE:

- Hola, Jade. - digo al escuchar que la puerta de mi despacho se abre. Mi secretaria, de unos 30 años, se queda mirándome desde la entrada. - Pasa.

- Hola, Señor Harper. - me dice con un tono coqueto.

La miro y veo que se acerca lentamente a mi mesa de dirección. Se sienta encima de ella de un salto y cruza las piernas, haciendo ver sus largas e imponentes piernas de modelo. No sé qué hace trabajando en este instituto cuando podría ser una de esas mujeres de pasarela de Victoria's Secret.

- ¿Ha ocurrido algo? - le digo intentando concentrarme en mis asuntos y no en esta niña.

- Solo quería saber... - se queda pensando. Lo único que quiere es atención. - ¿cómo está su sobrina?

VIDA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora