11. SERÉ YO

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NARRA PATRICK:

Cojo mi teléfono mientras me siento en la silla de mi despacho. He estado bastante desanimado desde que Anna se marchó. Hasta mis hombres lo han notado, no soy el mismo Patrick que les atemorizaba al darles una orden. Ahora simplemente mando a mi hijo, Ethan, a que se encargue de los trapos sucios. Siempre lo he hecho, antes con Evan, pero ahora que ni siquiera sé qué es de él, de mi antiguo sucesor de esta mafia contra los Grey, me tengo que conformar con el atolondrado de mi hijo. Ha mejorado, pero no es tan Bueno como lo era Evan. Él siempre iba un paso por delante, nunca se le escapaba nada, y ahora no sé dónde está.

- Papá. - dice mi hijo entrando en el despacho. Le hago un gesto con la mano para que calle un momento. Ahora mismo estoy hablando con la mafia rusa para enviarles una mercancía. Cuelgo el teléfono y miro a mi hijo, haciéndole un gesto para que continúe hablando. - Es la hora. Lo tenemos todo preparado, así que.. cuando quieras.

- Ahora mismo voy.

Asiente con la cabeza y se marcha. No pensé que este día llegaría. Que haríamos las maletas y nos iríamos a Italia tan pronto. Nos largamos a Florencia para agrandar nuestra sede y no estar en peligro en Estados Unidos. La mafia de Charlie Grey nos está buscando día y noche, por lo que será mejor salir del país por un tiempo. Además... nos llevamos a alguien especial con nosotros.

Me voy de mi despacho cogiendo todo lo necesario, metido en una bolsa, y cierro con llave. Quien sabe si alguien se le ocurre venir a saquear mi despacho, aunque todo lo importante está conmigo. Bajo las escaleras del edificio y salgo por la puerta de atrás, viendo varios coches negros estacionados en el parking y una furgoneta del mismo color.

Miro a mi hijo y él asiente con la cabeza. Hago un gesto para que mis hombres habrán las puertas del vehículo. Y efectivamente, ahí está quien yo quería ver.

- Cuando despierte no se acordará de nada, ¿verdad?

- Bueno... - miro a Ethan rápidamente.

- La orden fue claramente que dieran un sedante tan fuerte que cundo despertase no se acordase de absolutamente nada.

- Lo malo es que le han dado otro sedante.

Me froto las sienes con frustración.

- Aunque podemos hacerle creer que le han traicionado, así igualmente irá contra los Grey.

- Bien, podría valer, pero como algo falle en mi plan, será culpa tuya. - le digo apuntándolo con el dedo en el pecho. - ¡TODO EL MUNDO A LOS COCHES, NOS VAMOS!

Como si fueran robots, todos se meten dentro del coche y mi chofer me abre la puerta.

Son las 4 de la mañana.

Y nos vamos a Florencia.

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NARRA EVAN:

Se ha levantado otra vez, no sé cuántas van ya, pero me voy a volver loco. La escucho vomitar y me estoy empezando a preocupar, ¿es normal que vomite tanto? Me levanto de la cama cansado pero dispuesto a ayudar a mi chica. Entro en el baño y veo que Susan está sentada en el suelo y abrazada al inodoro. Sin decir nada, la sujeto el pelo y me mira agradeciéndomelo. Pero no dura mucho, ya que vuelve a meter la cabeza para seguir vomitando, a este paso va a tener que comer algo, porque se va a a quedar vacía.

Después de un rato, para, se levanta, tira de la cadena y se sienta encima del váter. Me pongo de cuclillas y la miro a los ojos.

- ¿Estás bien? - la susurro. Sé que es una pregunta estúpida, pero es lo primero que se me ha venido a la mente.

VIDA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora