3. NADIE SUBESTIMA A UN GREY

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NARRA VANESSA:

Es muy pronto para ser domingo, pero quiero ver a mi madre.

- Hola, mamá.

Entro en la habitación de mis padres para poder estar y hablar con ella. Mi padre, al parecer, está en la oficina, porque no está en la cama.

- Hola.

Está cansada. Lo entiendo. Pero en estos momentos necesito el apoyo de una madre. Llego a ella y me siento a su lado. Se incorpora en la cama y se sienta.

- Mamá yo...

- Lo sé.

Se me escapan las lágrimas con ella. No puedo esconder todo el dolor que siento ahora mismo. No puedo. Intento ser fuerte, pero me es imposible.

- ¿Por qué no vas a descansar tú también? ¿Acaso no tienes clases?

- Sí...

- Ve. Es muy tarde, ve a dormir. Mañana podrás saltarte algunas horas pero debes ir cuanto antes a clase.

- Pero no consigo concentrarme en nada.

- Lo sé, y lo entiendo. Pero si no, no podrás ingresar en ninguna universidad.

Y en eso tiene razón. Tengo que prepararme a fondo para poder estudiar la carrera que me gustaría en una de las mejores universidades del mundo: Hardvard.

- Empléate a fondo. Dereck estaría muy orgulloso.

Al escuchar eso, la sonrisa que antes se encontraba en mi cara ahora solo es una mueca de dolor. Pero de repente me doy cuenta de que yo no la había dicho nada a mi madre de la muerte de Dereck. Algo no cuadra.

- ¿Cómo sabes que Dereck ha...?

- Me lo dijo tu padre.

Me quedo callada y mirando el suelo. No voy a poder superarlo nunca.

- Ve a desayunar. Te sentará bien. Luego ve a estudiar. Mañana tienes clases.

- Vale. - digo en un suspiro.

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Mientras desayuno viendo Netflix veo que mi tío me llama por teléfono. ¿Qué querrá ahora? Hace mucho que no hablo con él.

- Hola, tío Charlie.

Mi padre me oye y asoma un poco la cabeza mientras manda callar al que sea con el que está hablando por el móvil, levantando la ceja al escuchar el nombre de su hermano.

- Hola, Vanessa. Te invito a comer a casa.

- ¿Y papá y mamá?

- Quiero ver a mi sobrina favorita.

- La única que tienes. - le digo riéndome.

- Mentira. Tengo dos. - se me borra la sonrisa de la cara. Creo que se ha dado cuenta de que el haber mencionado a mi "hermana", si es que todavía puedo llamarla así, ha sido una gran cagada. - Es broma, Vane. Eres la mejor y única - dice recalcando la última palabra. - sobrina del mundo.

- ¿A qué hora voy?

- A las 2pm. Se puntual.

- Lo haré.

- Adiós.

Cuelgo el teléfono y veo como mi padre sale de la oficina sin ninguna conversación en el aire.

- Buenos días. - me dice rodeando la isla donde estoy sentada.

- Hola, papá.

- ¿Era mi hermano?

Papá por dios.

- Sí, era él.

- ¿Qué quería?

- Me ha invitado a comer hoy a su casa. Dice que lleva mucho tiempo sin verme y que quiere estar con su sobrina favorita. - digo con superioridad.

- Mira quién es la favorita del dire. - dice mi padre riéndose.

- Por supuesto. - le digo con la cabeza bien alta.

- Baja el cuello anda, que te lo vas a romper. Por cierto. Te llevamos a casa de tu tío, ya que estamos. Tu madre y yo queremos ir a comprar al súper y luego hemos quedado con unos amigos.

- Vale.

Miro los contactos de mi móvil y veo el número de Dereck. Lo debería borrar. Ya no voy a poder hablar con él por WhatsApp, o llamarle por videollamada. Tendría que ir a vestirme, no quiero hacer esperar a mi tío. Le notaba ansioso por que fuese.

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NARRA CHARLIE:

No sé cómo explicarle a Vanessa lo que realmente necesito. No puedo llegar y decirle de buenas a primeras "Hola, Vanessa. Verás, quiero que heredes mi empresa. ¿Que qué empresa? La mafia que llevo controlando desde hace años, por supuesto."

Genial. Se asustará.

Llaman al timbre y al abrir veo a mi sobrina con una expresión triste. Me saluda con un abrazo para luego irse directamente a la que antes era su habitación, cuando se mudó aquí conmigo por unos días la vez en que Patrick entró sin aviso a casa de mi hermano.

La noto mal. Sé lo que ha pasado, lo sé todo. Y sé lo que Patrick hizo. No sé si Vanessa vio algo. Si lo hizo seguramente pensó que fue una mera ilusión.

- Vanessa. A comer.

La llamo y aparece por el pasillo. Se sienta sin decir una sola palabra. Sé que planea algo. Los Grey siempre lo hacemos. Pero tengo que intentar saber qué es lo que ronda por esa cabecita suya.

- ¿Qué tal estás? - la digo con una sonrisa mientras pego un bocado a la lasaña.

- Bueno.

-¿Qué pasa?

- No te hagas el tonto. Lo sabrás perfectamente.

- No entiendo nada.

Mi sobrina suspira con pesar. Creo que se ha tragado que no sé nada de la muerte de su novio.

- Dereck...

Se la quiebra la voz al hablar. Veo como las lágrimas aparecen y se resbalan por las mejillas.

- Dereck ya no está conmigo.

- ¿Os ha pasado algo? ¿Habéis discutido?

- Ha muerto.

Me quedo en silencio. No sé cómo decirla que yo ya lo sabía. Pero no por parte de su padre. He estado observando lo que Dereck y Vanessa hacían para salvar a Anna. Vi como el muchacho se ponía delante de su novia para salvarla la vida. Igualmente, mi hermano me avisó.

- Lo siento.

Vanessa no me dice nada, y se levanta de la mesa. Supongo que se va a llorar al baño o a la habitación. Yo no la paro y la veo alejarse de la cocina.

Quiero contárselo todo. Quiero contarle que sé todo lo que ella no sabe, que sé lo que le ha pasado a su novio en realidad, que sé los planes que tiene Patrick y que se van a llevar a cabo desde ahora mismo. Le estaré vigilando, muy de cerca. Él no lo va a saber, pero voy a mandar a algunos de mis hombres infiltrados como si fuesen de su banda, para que me den toda la información posible.

Nadie se mete con mi sobrina Vanessa.

Y va a ser el propio Patrick cuando lo descubra mucho antes de lo que él cree.

Nadie subestima a un Grey.

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