VIDA ©

19. AQUÍ ESTÁS

NARRA VANESSA:

Salimos de la fortaleza, la sede... bueno, como lo queráis llamar, al fin y al cabo es como una casa, y nos esperan una limusina y un Range Rover 4x4.

- ¿Por qué hay dos? - le pregunto a Charlie.

- Porque nosotros tres vamos en la limusina, y ellos - dice señalando con la cabeza a nuestros tres guardaespaldas. - en el 4x4.

Me quedo mirando a Clark y él me sostiene la mirada con determinación. Parecería dispuesto a ponerse entre una bala y yo... como lo hizo... Sacudo la cabeza para no pensar ahora en esas cosas y me subo a la limusina con mi tío y Jade, los cuales me estaban llamando desde hace rato.

- ¿Estás bien? - me pregunta Jade desde su asiento.

Me giro hacia ella.

- Sí, tranquila. Solo estoy un poco cansada. Con un poco de champán ahora se me pasará.

Jade asiente no muy convencida. Llegamos al restaurante donde debemos cenar con vete a saber quién. La verdad es que no me interesa. Espero que haya barra para poder beber.

- ¡Charlie! - dice un hombre con traje y pelo blanco canoso.

- ¡Henry! Cuánto tiempo, amigo mío. Te veo bien.

- ¡Lo mismo digo!

- ¿Quiénes son estas preciosidades? - pregunta el amigo de mi tío mirándonos a Jade y a mí.

- Ella es mi novia, Jade. - dice señalando a la primera. - Y ella es mi sobrina, Vanessa.

- Encantado. - dice sonriendo. - Por favor, sentaos con nosotros, os presentaré. - A medida que nos vamos acercando a la mesa se levantan un chico de mi edad, más o menos, y una mujer. Padre, madre e hijo. Genial. Me estoy empezando a oler lo que va a pasar aquí.

- Ella es mi mujer, Melissa. - nos dice Henry.

- Encantada. - dice la mujer sonriendo. Mira a Jade y la da dos besos, después abraza a Charlie y después se para en frente mío. - ¿Es ella? - pregunta a mi tío. Él asiente orgulloso. - Tu tío nos ha hablado muchísimo de ti, y muy bien, además. Tenía muchas ganas de conocerte. - me dice y me abraza. La abrazo de vuelta por cortesía, pero es muy incomodo sin saber quién es.

- Y él es mi hijo, Jace.

- Encantado.

El chico pálido, de pelo negro y ojos azules se acerca a Jade y la da dos besos, luego a mi tío y le da un apretón de manos amistoso y luego un abrazo. Por último se acerca cautelosamente a mí y me coge la mano para dar un beso en el dorso de la misma, como si fuese un caballero. Madre mía, no estamos en la Edad Media.

- Bien, ya nos hemos presentado todos. Ahora a cenar. - dice Henry orgulloso del gesto que ha hecho su hijo conmigo.

Me acerco a mi tío y le miro con mucho cabreo.

- No me digas que me tengo que sentar al lado del niño rico. - le digo.

- No le llames así, tú eres igual que él.

Abro la boca con asombro por lo que me acaba de decir. Me siento al lado de Jace y me mira con tanta lujuria que me da asco. Aun así se nota que quiere impresionar a mi tío.

- Dinos, Vanessa. ¿Qué tienes pensado estudiar? ¿Alguna carrera en particular? - me pregunta Melissa.

Miro a mi tío, dudando de si debería responderle la verdad. Él asiente.

- Dudo entre dos carreras. Todavía no me he decidido.

- ¿Y cuáles son? - me pregunta Henry.

- Ciencias Políticas y Económicas, la que estudió mi padre. O Administración y Dirección de Empresas, como la de mi tío.

- Interesante. Justamente mi hijo quiere hacer la primera que has dicho.

<<Entonces hago la segunda>> - me dice mi subconsciente.

- Cualquiera de las dos me parece muy interesante. - me limito a decir.

- Sabes lo que quieres. Eso es tener determinación, y me parece fascinante en una persona tan joven como tú. - me dice Henry.

- Gracias. - le digo sonriendo. Esta vez creo que le he sonreído de corazón. Me gusta que la gente me alabe por mis objetivos.

- Además de hermosa es muy inteligente. - dice Jace.

Pongo los ojos en blanco y desvío la mirada hacia Clark. Está a pocos metros de nosotros y parece mirar a Jace con una expresión que se acerca a querer arrancarle los ojos. Le miro extrañada pero luego le sonrío para que se relaje. No quiero problemas. En cierto modo, esto me resulta familiar.

———————————————————————

Me aburro. Mucho. Veo que en el propio restaurante hay una barra. Miro hacia todos los lados y veo que solo me mira Clark. Estamos en el postre y Jade también me mira con suficiencia. Cuando me levanto, todos los demás también se levantan. Ay, por favor...

- Voy a tomar el aire.

Cojo mi bolso y me voy directa a donde dije mientras todos me miran. No les veo, pero noto todas sus miradas en mi nuca, eso me da miedo. Pero hay algo que me impide que esté tan nerviosa, y sé que Clark está detrás mío.

- ¿También vas a salir conmigo? - le digo riéndome burlona. Sigue con su semblante serio. - ¿Quieres que te diga algo?

Me mira expectante.

- Cuando mi tío no esté cerca, puedes al menos sonreír. No me voy a chivar. - le digo riéndome un poco.

En ese momento, se ríe bajo, pero se ríe. Yo salgo al balcón más alejado de nuestra mesa y saco el teléfono móvil. No he venido a hacer nada aquí. Quería ver un poco las fotos de Dereck y mías. Todavía sigo sin poder creerme que no me lo hubiese contado nunca. Un accidente es un accidente. Es irreversible, no se puede arreglar. Me apoyo en la barandilla y respiro hondo aire fresco. No puedo salir ahí fuera con esta presión. Me giro de nuevo y veo que la puerta está entreabierta pero no veo a nadie. Miro otra foto más y ahí es cuando, al levantar la vista, veo a Clark medio entrando.

- ¿Te encuentras bien?

Mira mi móvil y se tensa al ver qué es lo que estoy mirando. Al ver que no salgo del balcón, mira a todos lados y al ver que nadie le ve, sale conmigo. En ese momento me pongo nerviosísima. Se acerca a mí con cautela.

- ¿Qu... qué haces Clark? - le digo con la voz entrecortada.

No dice nada y acaricia mi mejilla con su mano y luego su nariz. No sé si es el viento que corre o que tengo a un hombre casi besándome el cuello, pero tengo la piel de gallina. Le cojo la cara con las manos y le quito las gafas.

- Aquí estás.

Se acerca a mí y me besa con toda la pasión que teníamos los dos guardados. Puede que nos metamos en problemas, pero hoy es el mejor día de mi vida. Y nadie me lo va a estropear.