28. NUEVA YORK

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NARRA VANESSA:

- Charlie.

- Ahora no, Vanessa.

Joder, necesito decirle lo que ocurre antes del viaje. Dereck me ha contado que se va a ir solo y no quiero quedarme sin la única persona que me ayudó de verdad durante el secuestro de mi novio. Ahora que lo pienso, sus padres todavía no lo saben. Supongo que eso es uno de los mío temas de los que tenemos que hablar mientras vamos a Nueva York.

- Por favor, Charlie. Tenemos que hablar.

Termina de meter las maletas en el coche y veo a Dereck con unos vaqueros y una camiseta negra en la parte de atrás del coche. Supongo que ahora no ejerce de mi guardaespaldas.

- Que sea rápido Vanessa. Tenemos que irnos ya.

- Sé lo que vas a hacer. Sé que vas a irte y dejarme sin poder ir a ayudarte.

- Al grano, Vanessa.

Allá va...

- Estoy embarazada.

Charlie abre los ojos como platos y no dice nada. Casi como la reacción de Jade, solo que ella se alegró cuando supo que era de Dereck.

- No será de... - mira a la casa de Henry con miedo.

- No. Es de Dereck. Tranquilo. - digo total y absolutamente enamorada de él y de nuestro niño.

Suspira de alivio, pero luego pone cara de preocupación.

- Me alegro por vosotros, de verdad. Pero sabes que así solo mengua las posibilidades de que vengas conmigo a Italia, ¿verdad?

- De eso quería hablarte. Quiero ir. Voy a ir.

- No puedes, menos ahora.

- Por favor.

- ¿Quieres poner en riesgo la vida de tu hijo?

Me quedo en silencio. Sé que tiene razón.

- No puedo abandonarte así, Charlie. Tú me ayudaste, quiero ayudarte ahora.

- Me ayudarías más si te quedases al margen y cuidarás de tu hijo. Cuando vuelva lo conoceré, te lo aseguro.

Me quedo en silencio con las lágrimas a punto de salir de mis ojos. Le rodeo el cuerpo con mis brazos y lo atraigo hacia mí.

- Prométeme que vas a volver...

- Te lo prometo.

- ¿Puedo ir algún día a ver a Jade y a Berta?

- Claro que puedes, es tu casa.

Le doy un beso en la mejilla y nos metemos en el coche. Dereck me mira y me da un apretón en la mano para que me alegre un poco.

- Vuestro coche está listo en casa. - nos informa mi tío.

Nueva York, allá vamos.

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NARRA DERECK:

Vanessa ha estado nerviosa durante todo el viaje de vuelta a su ciudad. Y yo, ahora que lo pienso, hace muchos meses, casi un año, que no sé nada de mis padres ni de mi hermana.

- Vanessa.

- Dime.

- ¿Hablaste con mis padres alguna vez?

Se queda en silencio y noto como se remueve en el asiento, tocándose el estómago.

- Sí. - dice en un susurro que casi no escucho.

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