Jake y Maddy eran inseparables. Su amistad era de esas en las que nada sin el otro parecía ser lo mismo, y cuando se prometieron estar juntos para siempre en la mente de ambos era el mínimo tiempo posible para los dos. Lamentablemente el tiempo pas...
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Ya por fin es lunes. Hoy el día a transcurrido bastante normalmente, a excepción de que por alguna razón Jake y Peter se escaparon de la clase emocionados y aún no han vuelto. La clase termina y no puedo evitar maldecir a mis adentros por que hoy solo tenia está clase con Jake.
Buscarlo en los pasillos y hablar un poco se a convertido en rutina para nosotros. Realmente no pasamos mucho tiempo juntos, somos amigos pero no de los que suelen juntarse, cuando compartimos clases nos saludamos y cada quien se queda en su lado. Pero la miradas que compartimos, las sonrisas que intercámbianos siempre me hacen sentir más unida a él.
Cada día el viene a mi casillero y me cuenta alguna tontería. Cosas triviales como que compro alguna bebida en mal estado o una divertida historia que le haya pasado. Siempre sus ojos brillan al hablar y tengo ganas de escuchar su voz aún más. Lamentablemente ese momento suele ser llamado por alguien.
No llevo mucho tiempo aquí y no he conocido suficiente de este nuevo el, pero hay algunas cosas que noté. En primer lugar Jake y sus amigos son en extremadamente ruidosos. El Jake que yo recordaba apenas hablaba pero ahora sus voz resuena entre la multitud. Puedes verlo lanzado comida en la cafetería, siempre sentado donde no debe y siempre riendo como si no hubiera ningún problema en su vida. También noté que no sólo le tienen miedo. Las personas aquí están dividas entre lo tontos que le temen los que se lo encuentran molestos y los que les agrada a pesar de todo. Y por último aunque aún no lo he visto pelear se perfectamente que lo hace afuera. No es raro que venga un día con algún golpe en la cara. Un ojo morado o un moretón. Esta semana tiene unas manos perfectamente marcadas en su cuello dejando claro que alguien lo estranguló y cuando le pregunté por ello solo río y dijo que el otro tipo quedó peor.
Eso de las peleas me perturba bastante pero nada puedo hacer. Por ahora solo tengo que aceptarlo como es y tratar de ayudarlo en lo que pueda.
Estoy en la cafetería almorzando con Mia y Vale, con la cual aun sigo enojada.
—Mano —dice Mia extendiendo su mano hacia Vale.
Ella de mala gana le da su mano y Mia hace lo mismo conmigo, tanto yo como Vale seguimos enojadas y nos negamos a mirarnos. Mia junta mi mano con la de Vale para luego hablar.
—Una discusión es algo normal entre amigas —dice en un intento de hacer que nos reconciliarnos —ambas discúlpense y olviden el problema.
Vale y yo nos limitamos a ignorarla.
—¡Entonces no vuelvan a hablarse y nuestra amistad se termina aquí! —dice enfadada y separa nuestras manos.
Estas últimas palabras tuvieron más efecto y tanto Vale como yo bajamos un poco nuestras actitud.
—Lo siento —pronuncia de mala gana.
—Yo igual —respondo con la misma actitud.
—Sabes que me preocupo por ti —dice por fin mirándome —no quiero que tengas una mala experiencia.
