Jake y Maddy eran inseparables. Su amistad era de esas en las que nada sin el otro parecía ser lo mismo, y cuando se prometieron estar juntos para siempre en la mente de ambos era el mínimo tiempo posible para los dos. Lamentablemente el tiempo pas...
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De mala gana la seguí y solo podía pensar en que momento haría mi segundo intento. Una vez allí me quedé mirando mi secundaria desde afuera. En el fondo me despedía de ella. Viví muchas cosas en ese lugar y gran parte de lo que soy ahora lo forme allí.
«Estaba completamente decidido a no volver».
—Vamos —dijo mamá interrumpiendo mi momento. Tomó mi mano y me lleva hacia dentro.
No podía entender el porqué estábamos allí. Debido al incidente de cuando toque fondo había sido expulsado permanentemente y no tenía razón para volver.
Mi mamá soltó mi mano en la entrada de la dirección. La mire extrañado y sin poder comprender que hacíamos allí. Tomó un gran suspiro y la volvió a sostener con firmeza.
Entramos y noté por el rostro de la directora que no esperaba nuestra llegada.
—¿Necesitan algo? —preguntó confundida.
—Si —respondió con firmeza, mientras nos sentamos frente a ella —¿Que tengo que hacer para que vuelva a aceptar a mi hijo?
La miré confundido y sin entender lo que pretendía
—Su hijo fue expulsado definitivamente, lo sabe ¿No?
—Lo sé, pero no puedo dejar a mi hijo sin estudiar —dijo determinada.
Eso era algo muy extraño en ella. Mi mamá es esa clase de mujer que siempre verás en la cocina o limpiando algún lugar de la casa. Con los ojos cristalinos y algún moretón en el rostro. Su voz siempre es dulce y suave. Pocas veces mira a las personas a los ojos o dice lo que piensa.
—Lo que hizo su hijo es incluso un delito señora Johnson.
El rostro de desesperación de mi mamá era más que evidente. Sin embargo, lo trató de ocultar. Luego de analizar las palabras de la directora se levantó.
Creí que la razón de haberse levantado era para irnos, pero mientras me levantaba la vi arrodillarse.
—Mi hijo es lo más importante para mí —dijo tras ver el rostro de confusión de la directora —no tiene idea de todo lo que he tenido que vivir para criarlo. Mi único sueño era darle una buena vida y falle en eso.
Me senté nuevamente y traté de ignorar la vergonzosa escena de mi mamá pero lamentablemente cada una de sus palabras estaban llegando a mi.
—No pude darle una buena vida, tampoco pude criarlo para ser un buen chico. Aún así espero que si algún día el quiere cambiar tenga la posibilidad —su voz es temblorosa y se sentía la sinceridad en cada una de sus palabras —, si no estudia eso será imposible.
—Lo sé y lo entiendo —respondió la directora un tanto incomoda.
—Por favor permita que mi hijo termine la secundaria —le rogó —tal vez usted piense que no tiene ningún futuro, pero yo estoy segura de que Jake en el fondo es un buen chico y que el futuro que le espera es brillante.
