Llevo un rato sola en la habitación en la que se encuentra Jake. El aún no despierta y yo me niego a marcharme hasta que eso suceda.
—Maddy —dice mamá para captar mi atención y mostrarme el objeto en su mano —estaba en el jardín a lado de él. Creo que es su celular.
Lo tomo y lo acariciarlo mientras pienso en lo que pudo haber pasado, y el dolor en mi pecho aumenta con cada pregunta que surge en mi cabeza.
—¿Sabes la clave? —pregunta y me limito a girar mi cabeza, ella da un suspiro para luego seguir —Entonces intenta estar pendiente por si recibe alguna llamada —dice sin obtener ninguna respuesta.
No puedo evitar mirar las cicatrices en la muñeca de Jake y maldecirme por no haberme dado cuenta. Sé que siempre usaba camisas mangas largas pero como una idiota pensé que simplemente era una persona friolenta.
«¿Cómo puede ser tan tonta?»
—Debes ser especial para el. Aun en ese estado llegó a nuestra casa —rompe el silencio y acaricia mi hombro. La miro y me regala una cálida sonrisa. La cual solo aumenta mis ganas de llorar —. No te culpes Maddy, espera a que despierte y hablen ¿Esta bien?
Asiento con la cabeza para luego mirar a Jake quién duerme profundamente.
—Iré a la cafetería por algo de comer ¿Deseas algo?
—No gracias.
Las palabras de mamá resuenan en mi cabeza, y aunque trato de ver la situación lo más calmada posible y no pensar en lo lejos que estoy de el es casi inevitable... En medio de mis pensamientos su teléfono comienza a sonar y lo contesto de inmediato.
—¿Jake? Jake dime donde diablos estas. —La voz de Peter suena agitada. Como si estuviera corriendo y su tono de preocupación me da a entender que sabe que algo malo sucedió.
—Soy Maddy. Jake esta en el hospital conmigo.
—Mierda —lo escucho maldecir para si mismo —¿En el hospital? ¿Qué le sucedió? ¿Qué tan grave está? —sus preguntas siguen saliendo sin darme tiempo a responder.
—No está grave no te preocupes. Estamos en el hospital cerca de la estación ¿Podrías contactar con su familia?
—¿Por la estación? —puedo sentir su voz un tanto más tranquila y es evidente que dejó de correr —Su mamá está allá. Dime el número de la habitación.
Dudo un segundo ya que no entiendo como puede ella ya estar aquí. Estuve a punto de preguntar pero la sensación de que no merezco saber y que no soy alguien lo suficientemente importante en la vida Jake me invade.
—Estamos en la habitación 12.
El cuelga la llamada y este horrible sentimiento se apodera de mi. No pude hacer nada por Jake ya que no se nada de él. Ni siquiera se donde vive o el número de sus padres. Su comida o color favorito o si quiera el porqué de sus cicatrices.
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El nuevo tú
RomanceJake y Maddy eran inseparables. Su amistad era de esas en las que nada sin el otro parecía ser lo mismo, y cuando se prometieron estar juntos para siempre en la mente de ambos era el mínimo tiempo posible para los dos. Lamentablemente el tiempo pas...