Yo te cuidaré

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—Mierda hermano ¿Que haces aquí? —dice el líder de los 3

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—Mierda hermano ¿Que haces aquí? —dice el líder de los 3.

—¿Qué creen que hacen?

Apenas reconozco la voz de el hombre que me sostiene, las pocas esperanzas de que fuera Jake se desvanecen.

—Solo tratábamos de jugar —responde nervioso ante el obvio enojo de Peter.

—¿Con la novia de Jake? ¿Quieren que los maten?

—¿Esta chica es la novia de Jake? —pregunta uno de ellos aterrado repentinamente.

—¡Si y si Jake se entera de esto hará que ninguno pueda volver a caminar!

—Lo sentimos mucho. No sabíamos que salías con Jake lo lamento —se disculpan y aunque siento la necesidad de maldecirlos el miedo que sentí hace un momento me tiene completamente paralizada.

—Lo dejare pasar por ahora pero que no se vuelva a repetir. Tampoco quiero verlos molestando a las chicas.

Ellos se disculpan de nuevo para luego irse. Mi cuerpo todavía tiembla y la imagen de lo que podría haber pasado si Peter no llegaba me molesta.

—¿Estas bien? —dice soltándome y colocándose frente a mi.

—Por supuesto que estoy bien.

El me mira de arriba abajo para luego soltar una pequeña risa de lado.

—No lo pareces. Creo que si te tocó un poco te desplomaras. —Empuja mi frente ligeramente con su dedo. Acto que hace que casi caiga al suelo.

—¡Imbécil! —le reclamo, dejando atrás mi estado decaído y transformándolo en uno lleno de enojo. El cual cambia nuevamente uno de sorpresa tras ver a Peter reír a carcajadas.

«Es la primera vez que se comporta así a mi alrededor»

—Parece que ya estas mejor —dice para para luego volver a su expresión de enojo habitual y tratar de marcharse. Solo para ser rápidamente detenido por mi aferrándome a su brazo.

—¿Dónde esta Jake?

—Ese no es tu problema. —Trata de soltar mi agarre. Sin embargo, me aferro aún más a él.

—¿Cómo no es mi problema? Soy su novia.

—Entonces pregúntale tu.

—El... El no responde mis mensajes, tampoco mis llamadas —la tristeza que había estado sintiendo poco a poco vuelve a mi y las ganas de llorar me invaden —. Seguramente sabes donde está. Se que sabes todos sobre su vida.

—Lógicamente, soy su mejor amigo.

—Pero yo soy su novia y se menos que un extraño —aunque trato de no darle vueltas al asunto no puedo evitarlo y las lágrimas que tanto había estado guardando salen a la luz.

El nuevo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora