🌾 Shikamaru 🌾
Acaricié de manera distraída los cabellos rubios, jugueteando con los mechones inconscientemente con mis dedos. Mis ojos seguían a un grupito de aves en el cielo, libres y felices, mientras que Naruto jugaba en su teléfono.
Hace horas habíamos salido de la academia y ahora nos encontrábamos en una plaza de las cercanías disfrutando de la cercanía del otro y de la hermosa tarde que ese día hacia.
- ¿Cuál es tu sueño?- miré atento las manos del rubio y sonreí de manera suave. Sus preguntas tan sorpresivas y su curiosidad por el mundo eran de las cosas que más me gustaban de él. Permití que mi mano acariciara su mejilla derecha con cariño, bordeando las mariquitas que ahí descansaban, antes de retirarla para contestar.
- Me gustaría estudiar medicina. Quizás especializarme en neurocirugía.- la boquita rosa de Naruto formó una pequeña "O" y sus ojos examinaron el cielo antes de contestar, no pude evitar pensar en lo parecidos que eran sus ojos con el mismo y me permití comparar sus colores con detalle.
- Me gustaría ser músico.- sonreí de manera suave mientras lo veía con ese pequeño brillo de tristeza en su rostro.
- No es algo imposible y estoy seguro de que serías el mejor músico del mundo.- una suave risita escapó de sus labios antes de removerse despacio en mis muslos, su cabeza descansaba allí desde hace rato.
Observé sus largas pestañas rubias aletear en una danza relajada y maravillosa, su piel canela brillando gracias a la luz del sol que acariciaba su rostro de manera gentil y hacia brillar aún más sus leves pecas. Sus ojitos azules en los que se reflejaban un poco las escasas nubes que ese día decoraban el cielo y sus cabellos, tan brillantes que podrían cegarte, se movían de manera libre, corriendo junto a la brisa que corría.
Acaricié su mejilla, deteniendo mi pulgar en el suave sonrojo que allí descansaba y bajé lentamente mi rostro hasta llegar a besar su nariz, haciéndo que él la frunza inconscientemente de manera suave. Sus ojitos celestes me miraban con atención y me permití pensar que ese brillo no era por el sol, si no por mí.
Me sonrió suavemente y su manita subió hasta mi coleta con esfuerzo, quitando la gomita del pelo y dejando mis negros cabellos libres. Se levantó y rápidamente se sentó detrás de mí, abrazándome por la espalda y jugueteando con mi melena de manera distraída mientras yo disfrutaba del calor familiar que su cuerpo me brindaba, derrepente la brisa ya no era tan fría.
Quité suavemente su mano de mi estómago, donde descansaba mientras me abrazaba, y la atrapé entre las mías. Jugueteé con sus dedos, enrollándolos con los míos y disfrutando lo bien que se veían así, tan juntas.
Con nerviosismo y un suave color rojo en mis mejillas entrelacé nuestros dedos y disfruté de la suave caricia que el pulgar de Naruto me dió. No entendía el porque esta vez había sido diferente, antes nos habíamos tomado de las manos muchas veces, sin embargo ahora parecía más íntimo, más real, como una promesa.
- Nee, Shika-kun.- miré maravillado como el pequeño rubio podía comunicarse conmigo con solo una mano libre. Solo giré un poco mi cabeza para mirarlo, aún no manejaba a ese nivel el lenguaje de señas.- Te quiero.
Sin quererlo, solté una pequeña risa. Me sentía feliz y temblé un poco por culpa del calor que calcinaba mi estómago.
Sin liberar su mano respondí despacito.- También te quiero.
[...]
La noche ya había caído y recién habíamos llegado a la casa del precioso niño rubio que aún estaba agarrado a mi mano.
- Nos vemos mañana.- la sonrisa reluciente de Naruto me hacía sentir extraño y sin poder evitarlo miré mis pies.
Juntando todo el valor que tenía a mi alcance tiré con un poco de fuerza de su mano y lo acerqué a mí, uniendo nuestros labios en un sorpresivo beso. Era un simple toque de labios pero generó en ambos un revuelo de emociones.
Con las mejillas rojas y el corazón agitado me separé de él, no sin antes besar su nariz y por último su frente como saludo.
- Espero que tengas dulces sueños.- observé como la puerta se cerraba despacio y con las manos en los bolsillos me alejé de ahí. La sonrisa boba parecía no querer borrarse de mi colorado rostro.
[...]
Miré con aburrimiento el pizarrón de la clase y suspiré con cansancio. El profesor me había separado de Naruto porque nos descubrió enviándonos notas durante la hora de clases. Estúpido viejo canoso.
Despegue la mirada de fastidio del frente cuando sentí un pequeño impacto en mi frente y observé curioso la bolita de papel que había caído sobre mi mesa. La tomé entre mis dedos y la desdoblé con cuidado.
"No llegué a decírtelo antes, pero estás muy bonito hoy♡"
Sentí mis mejillas calentarse y miré la espalda de Naruto con vergüenza. El rubio prestaba atención a la clase como si nada, aún después de decir esas cosas tan bonitas. Sentí que las palabras bailaban en mi panza y las cosquillitas me hacían querer reír como un bobo.
Mordí mi labio levemente antes de tomar un bolígrafo rojo y comenzar a escribir.
"Tú estás bonito todos los días♡"
No era tan bueno como él haciendo corazones, siempre me quedaban desprolijos, pero la intención es lo que cuenta.
Lancé la bolita de papel con cuidado y cayó justo en su cartuchera.Sus manitas rápidamente la tomaron para abrirla y reír suavemente al leer el mensaje. Volteó su rostro solo un poco, regalándome una sonrisa dulce y dejándome apreciar sus mejillas rojitas. Todo mi aire se escapó de un suspiro.
Él era hermoso.
ESTÁS LEYENDO
𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕤𝕚𝕝𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠𝕤𝕠•ShikaNaru•🍂
FanfictionShikamaru estudia en una prestigiosa preparatoria de Konoha. Un día, un nuevo niño ingresa a la escuela; Uzumaki Naruto, un hermoso rubio que tiene problemas de audición y se comunica con extrañas señas.