𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕤𝕚𝕝𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠𝕤𝕠•ShikaNaru•🍂

Capítulo 13: Rueda de la fortuna.

🌾 Shikamaru 🌾

Observé maravillado la carita de concentración que ponía Naruto mientras intentaba resolver el complicado ejercicio combinado que el profesor de matemáticas había dado en su clase. Nisiquiera lo había copiado en mi carpeta, prefería no perderme ningún detalle de su lindo rostro, el signo menos que pondrían en mi informe en este momento no interesaba.

Sin embargo, cuando ví sus ojitos azules moverse y encontrarse con los míos sentí mis mejillas arder de manera automática. Había sido atrapado observándolo sin vergüenza alguna y, derrepente, el pizarrón era lo más interesante en toda el aula.

La suave risa ahogada de Naruto me hizo dar un pequeño saltito en mi asiento y me permití sonreír suavemente cuando las cosquillas en mi estómago aparecieron. Solo él podía causarlas.

Por el resto de las clases nos estuvimos mirando de reojo, avergonzandonos al encontrar nuestras miradas a veces, poniéndonos totalmente rojos y sonriendo bobamente mientras volvíamos la vista hacia nuestras carpetas.

[...]

Cuando las clases terminaron, ambos nos encaminabamos a la tienda de juegos que diariamente visitabamos. El silencio era uno totalmente palpable y las manos de ambos se encontraban rozandose constantemente, ninguno se animaba a tomar la iniciativa.

Miré emocionado a la pareja de hombres, de unos veinticinco años, que iban hablando tranquilamente por la calle de enfrente, sus manos unidas por sus dedos entrelazados. Mordí mi labio inferior con leve fuerza antes de soltar un suave suspiro y dignarme a tomar la pequeña manito de Naruto. Sus deditos jugaron con los míos felizmente mientras su mirada se desviaba con vergüenza.

Aún así pude ver su sonrisa.

Los ojitos azules del contrario me miraron con emoción y cariño, mientras que yo solo podía ver nuestras manos entrelazadas, apreciando como nuestros dedos parecían encajar a la perfección. Miré detalladamente cómo nuestras pieles tenían un tono de diferencia y el buen contraste que hacían entre ellos. Admiré el lunar gracioso y pequeño que decoraba el lado izquierdo del dedito pulgar de Naruto, apenas visible.

- Eres hermoso.- nisiquiera pude pensar antes de decirlo y, al levantar la mirada ya con mis mejillas totalmente rojas, la sonrisa sincera y avergonzada de Naruto me recibió. Realmente era hermoso.

Nuestras manos unidas se mantuvieron así por varias calles más y, sin dirigirnos palabra alguna, llegamos a la casa del rubio.

- Yo quería, bueno... Pensaba en invitarte...- mis manos se movían con nerviosismo siendo observadas atentamente por Naruto. Me detuve un segundo para pensar claramente que era lo que quería decir y seguí con mi lenguaje de señas.- Mañana se abrirá una feria en el centro y yo... Me preguntaba si te gustaría acompañarme.- rasqué mi nuca con ansiedad y observé al lindo niño frente a mi.

Una suave sonrisa se pintó en los labios rositas de Naruto a la vez que con su manito se levantaba para contestar.

- Me encantaría, Shika-kun.- y, como si esas palabras fueses milagrosas, sentí como un enorme peso se quitaba de mi espalda.

Jugueteé con mis dedos con vergüenza y sonreí bobamente. Mi mirada se encontraba en mis pies, que se movían inquietos, intentando ocultar el enorme sonrojo que tenía en ese momento.