𝔸𝕞𝕠𝕣 𝕤𝕚𝕝𝕖𝕟𝕔𝕚𝕠𝕤𝕠•ShikaNaru•🍂

Capítulo 17: Intruso.

🌾 Shikamaru 🌾

Moví mi mano de atrás hacia adelante, disfrutando de ver cómo la manito acanelada de Naruto acompañaba el movimiento, aferrándose a la mía con fuerza.

Ese gesto, tan significativo y dulce, se había vuelto una rutina entre nosotros, y estaba seguro de que jamás me cansaría de ella. El saber que tenía a Naruto a mi lado, de cualquier forma, me hacía sentir un inmenso calor en el cuerpo.

A veces sentía que podría morir de amor, porque muchas veces mi pecho se sentía incinerar cuando lo veía sonreír. Aunque no me molestaria morir si era de esa manera.

- ¿Crees que deberíamos juntarnos más temprano para ir al colegio?- con gracia, su manito libre bailo en el aire, hablando con naturalidad.

Sonreí ante su exageración, negando suavemente.

- Siempre llegamos quince minutos antes del primer timbre ¿Porqué deberíamos salir antes?- imitando su habladuría con una sola mano, pregunté.

Él me había ayudado a perfeccionar mi lenguaje de señas hasta que me resultaba incluso más fácil que pronunciar palabras.

Sus mejillas y sus orejas se tiñieron de un tenue color rosado, casi durazno.

- Porque esos significaría más tiempo a tu lado.- respondió sin más, negándose a mirarme. Al parecer sus pies eran sumamente importantes en ese momento.

Detuve mi caminata por la sorpresa, causando que él también se detuviese. Sentí mis mejillas arder y no pude ocultar la sonrisa avergonzada que surcó mi rostro.

Apreté su mano aún más y besé sus labios de manera suave, riéndo contra ellos al verlo dar piquitos dulces sobre los míos.

Aquellos besitos, llenos de un cariño inimaginable, se repetían incontables veces en el día. A veces fugaces, a veces prolongados, pero siempre presentes. Frente a todos, sin ocultar ni una sola vez al mundo su amor.

Seguimos el camino a la escuela con tranquilidad, hacía más de media hora habíamos salido de casa del rubio y aún nos faltaban varias cuadras para llegar. Sin embargo, aún faltaban cuarenta minutos para el primer timbre.

- Quizás no sea mala idea salir un poco más temprano...- con una sonrisa ladeada contesté, volteando el rostro sonrojado hacia el suelo.

                           [...]

Las clases habían dado nuevo comienzo hace pocos meses y la verdad no habían demasiado cambios. Los horarios eran los mismos al igual que los profesores, nada había cambiado.

Salvo que esa mañana Iruka no estaba solo frente a la clase, iba acompañado de un niño de cabello rojo y mirada perdida, parecía triste y avergonzado.

- Les presento a su nuevo compañero, viene del extranjero y espero que lo hagan sentir a gusto con ustedes.- anunció el castaño. Colocó una mano sobre el hombro del niño como apoyo.- Puedes presentarte.

- S-soy Sabaku No Gaara. Es un placer conocerlos.- con voz titubeante y mejillas rojas, hizo una reverencia suave frente a todos como saludo.