CAPÍTULO 12: VOLVIENDO A LA TRISTE REALIDAD

146 20 24
                                    

Misaki seguía despierto pensando en cómo se sintió con los dos besos, el de Taiki fue como besar a un amigo, pero las circunstancias no fueron favorables como para disfrutarlo, así que decidió volver a besarlo en algún momento romántico y decidir qué hacer más adelante. El beso de Akihiko fue apasionado y por reflejo lo correspondió, pero no sintió la emoción que con el beso de Ryuichi. Logra dormir después de estar inquieto y pensando sin parar en los besos.

Misaki despertó, durmió poco, está inquieto porque no pudo llegar a una conclusión sobre Taiki y Akihiko, decidió dejar que pasara el tiempo y analizar con calma su situación con los dos alfas.

Mientras tanto en Tokio, un guapo alfa se ahoga en alcohol por no soportar su vida, su graduación es en una semana y eso significa que deberá dejar la banda y dedicarse exclusivamente al negocio familiar. Por ser alfa dominante, aguanta los efectos del alcohol y realiza sus actividades diarias, aunque su salud no es la mejor y su personalidad empeora con el paso del tiempo ya que todo lo irrita y molesta.

El abuelo de Ryuichi veía como su precioso nieto se iba destruyendo poco a poco y no lograba ayudarlo, su hijo era un terco, mientras rinda en el trabajo y de resultados no se preocupara por el bienestar de su propio hijo. "Cuando me equivoque con Eiji, como puede ser tan ciego y dañar a su propio hijo" – pensó.

Los jóvenes estaban sentados escuchando como nombraban uno por uno a los graduados de la maestría, cada uno recibió su título y ninguno mostraba felicidad, más bien los invadió la tristeza. A partir de hoy, los cuatro amigos debían separarse, Mikhail debía volver a Rusia a tomar posesión de los negocios de su familia, Feilong debía ir a China a lo mismo, mientras Ryuichi y Kirishima se quedaría en Tokio.

Mikhail: Hoy vamos a celebrar para despedir esta maravillosa época

Feilong: Si la celebración será en grande

Ryuichi: claro vamos

Kirishima: vamos a celebrar

Los cuatro se dirigieron al club Asami, tomaron y se divirtieron pero en el fondo sabían que las cosas cambiarían a partir de ahora. Mikhail quería conquistar a Feilong, pero siempre que lo intentaba solo lograba enfadarlo, no sabía usar las palabras correctas para expresar su amor por él; simplemente se ponía nervioso y hablaba de lo guapo que era y de sus muchas conquistas, cosa que molestaba a Feilong porque solo le recordaba que ha tenido miles de amantes y eso le causaba muchos celos. Claro, al recibir el rechazo Mikhail buscaba a cualquier omega y se lo llevaba a la cama. Era un círculo vicioso que habían creado por no ser sinceros y hacer sentir a su amado lo mucho que lo deseaba.

Mikhail y Feilong estaban decididos a dar ese paso esta noche, ya que debían partir al día siguiente y puede que no se vieran en algún tiempo.

Eran las dos de la mañana y los cuatro amigos se estaban despidiendo, debían tomar un vuelo en la tarde así que descansarían un rato antes de volver a encontrarse. Mikhail se ofreció a llevar a Feilong a su apartamento, Ryuichi y Kirishima se dirigieron a la mansión.

Los otros dos llegaron al edificio del apartamento, se bajaron del auto, subieron por el elevador y pararon enfrente del apartamento.

Feilong: quieres pasar un rato

Mikhail: sí quiero

Pasaron y al entrar Mikhail tomó a Feilong por la cintura y lo atrajo a su cuerpo, con una mano tomo su barbilla y lo miró a los ojos con amor y deseo. Feilong se sonrojó pero mantuvo su mirada.

Mikhail: te deseo tanto Fei

Feilong: yo también te deseo

Esas palabras bastaron para que Mikhail se dejara llevar por su amor y deseo hacia Feilong, sus labios se unieron con fuerza dándose un beso largo e intenso que sólo paró para que pudieran respirar, Feilong se acercó para seguir besándolo pero esta vez sus lenguas empezaron a jugar una con la otra, recorrieron cada rincón de sus bocas. Mikhail empezó a besar su cuello dejando marcas de mordidas, retiró su camisa para llegar a sus pezones y jugó con ellos chupándolos con pasión logrando que Feilong gimiera de placer. Se dedicó a lamer con deliberada pasión sus rosados pezones mientras una mano se deslizó por su pantalón desabrochándolo y empezar a acariciar su miembro sobre su ropa interior.

SONATA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora