SONATA DE AMOR

CAPÍTULO 47: CASTIGO

Los omegas se visten rápido y salen a medida que están listos, el primero en salir fue Toudou, los cinco alfas estaban en silencio esperando afuera, pero en el aire se sentía la presión y el enojo. Haruhiko tomó de la mano a Toudou y lo halo sin decir una sola palabra, se subieron al auto y fueron directo al hotel en total silencio. Luego sale Akihito malhumorado porque acabaron la diversión, Akihiko toma como princesa a su pareja y sale su cara refleja el enojo pero no dice una sola palabra, con delicadeza sienta a Akihito en el auto y le abrocha el cinturón de seguridad, se sube y conduce al hotel donde se están quedando.

Feilong y Misaki salen al tiempo, Mikhail está que explota de la ira pero hace su mejor esfuerzo para no decir palabras de las que después se puede arrepentir, toma a Feilong y carga en su hombro su cabeza que da en su espalda, mientras su lindo derrier queda a la vista para empezar el castigo con la mano libre da unas cuantas nalgadas firmes que dicen más que mil palabras, lo sube al auto y el chofer lo lleva a la casa de Feilong. Ryuichi rodea con su brazo la cintura de Misaki y lo aprieta contra sí, salen así del lugar suben al auto y van a un hotel, el pobre Kirishima conduce con mucha pena ajena en su corazón. Al llegar Ryuichi le pide unas cosas y entra con Misaki.

Haruhiko sabe que Toudou fue engañado por Feilong, pero el recordar verlo bailar tan sensual para otros le hierve la sangre.

Toudou: Haruhiko no te enojes, fue una petición de Feilong

Haruhiko: me preocupa que aceptas ese tipo de peticiones y si te pide acostarte con otro alfa ¿vas a aceptar?

Toudou: claro que no

Haruhiko: yo no soporto que otros te mire con deseo, eres mío y solo yo puedo verte y tocarte, me estoy volviendo loco de celos

Toudou se acercó a él para calmarlo, pero su furia mezclada con pasión y deseo explotaron en Haruhiko, que lo tomó por la cintura y lo beso con fuerza mordiendo sus labios como queriendo devorarlos y hacerlos suyos, lo empuja hasta la cama arranca la camisa y desgarra su pantalón, una fiera se apodera de él y empieza a morderlo y chuparlo por todas partes marcando cada rincón como suyo, Toudou lejos de sentir dolor por su comportamiento se excita mucho y responde con pasión cada toque y beso de su amado. Prepara su entrada para penetrarlo y lo embiste con fuerza una y otra vez mientras lo besa desesperado, los dos se funden en uno y llegan al clímax. Dejan a un lado el beso, ambos respiran con dificultad, Haruhiko se pone duro otra vez sin haber salido de Toudou.

Haruhiko: lo siento amor, pero no voy a parar en toda la noche, es tu dulce castigo por enojarme.

Toudou: ¿qué? No espera

Mientras tanto Akihito llega malhumorado al hotel y Akihiko está peor, ese par son iguales no soportan que arruinen su diversión, lo malo es que cada uno se divierte de formas diferentes y sin el otro.

Akihiko: bueno me vas a explicar que paso allá...

Akihito: no tengo nada que explicar, soy libre no tengo pareja ni nadie a quien dar razón

Akihiko: Oh, no tienes pareja y entonces ¿Qué soy yo?

Akihito: tu solo eres el padre de mi hijo y ya

Akihiko: solo eso

Akihito: si

Akihiko en lugar de calmarse al escuchar cada palabra se enojaba más, su vena de la cien estaba a punto de estallar.

Akihiko: mira mocoso, mi ira tiene un límite y lo pasaste hace rato, no me culpes por lo que pase

Akihiko toma a Akihito y lo acuesta boca abajo en la cama, le quita los pantalones y el bóxer dejando expuesto un muy buen formado derrier, se quita la corbata y amarra las manos de Akihito a la cabecera de la cama, sus manos soban cada nalga y luego azota con fuerza colocando su bella piel blanca roja, da tres azotes a cada nalga. Al ver el color rojo vivo en ella quiere sobarla, pero decide lamer para calmar el dolor, lame y besa con lujuria cada una, mientras un dedo se desliza por su lindo agujero, Akihito se retuerce e intenta alejarlo haciendo que Akihiko se enoje más y pierda la cordura. Akihiko lo embiste sin terminar de prepararlo y llega muy profundo, sin control entra y sale rápidamente tocando su punto G y llevando a la gloria a Akihito que olvida el dolor y solo disfruta del momento mientras juntos llegan al clímax. Akihiko voltea a Akihito y le susurra.