Taehyung es un joven de 22 años que vive como una persona totalmente normal en un pequeño departamento afuera de los suburbios, aunque todo eso queda atrás después de un suceso qué cambió su vida.
¿Magia tal vez? ¿La aurora boreal? Taehyung al caer...
– ¿Son qué? – preguntó el omega contrariado. Se acomodo mejor en su lugar y supo que su alfa contaría una historia larga cuando lo vio aclararse la garganta.
– Supresores, bebé.
– ¿El para que cosa de quien?
– Mira. Esto – señaló la caja que tenia unas tabletas con cápsulas – Son Supresores. Como su nombre lo dice es un medicamento para suprimir nuestros instinto animal o salvaje qué sale a relucir en los celos.
Taehyung se acomodo en las piernas de Jungkook utilizandolas como almohadas para escuchar la historia.
– Según dicen hace mucho tiempo se cometían bastantes atrocidades en los momentos de los celos. Ya qué nosotros con nuestra alma animal y conciencia humana no sabíamos como controlar los impulsos qué emergía cada ciertos meses. Las personas que habitaban en tribus protegían a sus omegas a punta de espadas pues en sus épocas de celos estaban completamente vulnerables a ataques de alfas, especialmente alfas puros. Pues ellos desenfrenados mataban a todos los que se interpusieran en su camino y lograban su cometido al tener más fuerza y una voz de mando más potente. A veces hasta los mismos que protegían a los omegas sucumbian a los gritos desesperados y alaridos de dolor y súplica de los omegas.
Taehyung estaba impactado por dicho relato y con ojos grandes y sorprendidos pedía a Jungkook siguiera con su relato.
– Y cuando el alfa estaba en su celo era aún peor muchos omegas caían presas siendo víctimas de violaciones y de muertes. La única salvación qué se tenia en esos tiempos era la sagrada marca, pues antes más que ahora se respetaba la marca como lo más importante de las tribus y a un omega marcado jamás se le tocaba. Había también otro tipo de complicaciones pues un omega en celo y joven sufrirá de espasmos y dolores en el vientre si no tenía a un alfa satisfaciendolo, tu no lo sentiste – Especificó viendola Taehyung – Por que yo todo el tiempo estuve contigo – Pero los dolores eran tan fuertes qué muchos terminaban muertos por no aguantar tan terrible sufrimiento. Fue en el año 1845 qué algunos científicos descubrieron a una vieja tribu qué utilizaba plantas medicinales para esquivar los dolores y efectos de la etapa de color. Desde entonces se utiliza esas plantas, las hacen medicamento y llega a tus manos para evitar dolores y caos.
Taehyung se estaba quedando dormido por la voz de el alfa y su manera tan hipnótica de narrar y las caricias qué dejaba en su pelo.
– Con los alfas no solo se crearon pastillas, también hay inyecciones qué se ponen cuando el celo es muy fuerte... – Iba a seguir narrando pero vio que Tae ya estaba dormido – Descansa mi bebé.
Lo cargó y lo acomodó mejor en la cama mientras lo arropaba. Se veía tan lindo, Jungkook quería ver ese tipo de imágenes toda su vida.
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– Jimin traje la cena del restaurante italiano qué te gusta...
El alfa pálido ingreso a su domicilio y se sorprendió al ver que no había nadie dentro.
– ¿Jimin?
Había llegado más temprano así que realmente creyó qué sorprendería al menor, no qué el sería el sorprendido por su ausencia.
Se sentó en la sala tranquilamente a separar a que el omega llegará. Decidió poner una película en la televisión y relajarse un poco.
Cuando la película estaba terminando se escucharon las llaves ingresar en el cerrojo. YoonGi ya se estaba quedando dormido pero al escuchar la puerta abrirse se incorporó.
El pequeño pelirosa entró a la casa caminando alegremente pero su rostro cambio cuando vio YoonGi observandolo desde la sala.
Antes de que él alfa pudiera decir algo ya estaba un nervioso Jimin caminando hacía él.
– N-no estaba haciendo nada malo lo juro, y-yo solamente p-perdón por no decirte p-pero... p-porfavor no te enojes YoonGi...
YoonGi se pasmó ante el palabrerío del menor realmente se veía asustado.
– Hey Hey, tranquilo Jimin, no te regañare ni te estoy reclamando nada, solamente te quería decir que traje comida italiana ¿quieres comer?– señaló la comida que estaba en la mesa y simplemente camino hasta Jimin y le dio un tierno beso en la frente – A comer, vamos debes tener hambre...
Petrificado-Así se encontraba Jimin en este momento no sabía que hacer o decir y se sentía culplable. Culpable por cosas que no debería.
– ¿No me preguntarás donde estaba?– inquirio dubitativo.
YoonGi rió – Si me quieres decir te escucharé, pero eres una persona adulta Jimin, el qué vivas conmigo no me da derecho a nada sobre ti. Tu puedes ir y salir cuando quieras.
Jimin sintió lágrimas bajar por sus mejillas mientras un nudo en su garganta se posicionaba amargamente.
– N-no estaba haciendo nada malo – lloriqueo mientras sorbia su nariz – ingresé a una academia de baile nueva y-y la pague con el dinero que me das para que yo gaste en lo que quiera.
YoonGi abrazó a Jimin mientras dejaba suaves caricias en sus brazos y después limpio de manera amorosa cálida lagrima qué posaba en sus sonrosadas mejillas.
– Eres mi omega Jimin, mi novio desde hace exactamente dos días, yo confío en ti. Y serás el mejor bailarín de esa academia. ¿Ya puedes bailar bien?
Jimin sollozo en el pecho de el pálido y asintió con la cabeza – El maestro no me deja hacer movimientos tan pronunciados y me hace usar faja y vendas para mis costillas – miró a los ojos a YoonGi – Gracias alfa– se sentía tan bien a su lado.
YoonGi sonrió orgulloso por su chico y plantó un delicado y dulce beso en sus belfos abultados.
