Taehyung es un joven de 22 años que vive como una persona totalmente normal en un pequeño departamento afuera de los suburbios, aunque todo eso queda atrás después de un suceso qué cambió su vida.
¿Magia tal vez? ¿La aurora boreal? Taehyung al caer...
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Estaban cenando los hermanos acompañados de Hoseok, ya habían informado a el alfa menor la noticia del embarazo por el cual estaban muy emocionados .
Namjoon no pudo ponerse más feliz por ambos.
A pesar de que Hoseok todos estos años había dado por un hecho su enamoramiento por el alfa, Namjoon podía notar un brillo en sus ojos cuando veía a Jin. Hobi estaba rebosante de entusiasmo y tenía una sonrisa que jamás se había visto. Se sentía completo.
Aúnque ciertamente daba un pizca de gracia el hecho de los excesivos cuidados que ejercia hacía su pareja.
Sentados en la mesa aguardaban para qué la comida estuviera lista, estaban platicando un poco de Taehyung y como ya casi acababa de entender todo lo que conlleva su sociedad.
Asustandolos sonó una alarma en la cocina.
– ¡Ya esta lista la sopa! – Jin salió corriendo de su sitio.
– ¡Jin cuidado!, ¡no corras, le hará daño a nuestra bolita de arroz! – se paró un precipitado Hoseok siguiendo a su pareja.
Namjoon vio la escena y rió.
Pero depronto...
Sintió una extraña presión en el pecho.
Algo muy fuerte.
Ya lo había sentido una vez hace unos años.
Ese sentimiento era horrible.
Su lobo moribundo y casi inexistente se alzó inquieto ante el disturbio interno, era tan doloroso. Como si una parte de ti se quebrara una vez más.
Sintió las lágrimas recorrer prontamente sus mejillas y se dejo vencer por el dolor, por la agonía por el sufrimiento.
No solo sentía dolor físico, era tristeza, soledad, depresión, ansiedad, desesperación y más soledad acomulada en cantidades exorbitantes.
– Mina... – Suspiró entre sollozos y vio a su hermano parado en la puerta tras Hoseok. Ambos lo veían con tristeza. Su olor se había expandido en toda la casa.
Era amargo...
– Es m-mina..., la puedo sentir – apenas pudo pronunciar – Jin lo miro con pesar. Era tanto lo que quería hacer por su hermano sin embargo en su poder no estaba nada.
– Namjoon ya hemos hablado de esto– expresó Jin con lágrimas acomulandose en sus ojos.
– Puedo sentir su dolor y como esta en agonía, tu no entiendes.... nadie entiende –Namjoon se paró molesto.
Pero al pararse pudo escuchar. Pudo persibir mientras fijaba su vista a el cuadro de la familia Kim posando para una fotografía familiar. Sin perder la vista en los detalles del marco. Poniendo total atención y a la vez nada de relevancia, pudo escuchar algo.
Un susurro.
Un suave y delicado susurro con voz quebrada.
Una voz un poco más cambiada a la que ya conocía, una voz un poco más madura comparada a la infantil de la adolescencia.
Pero era ella.
Por que la reconocería donde fuera.
No importa la cantidad de años que pasasen. Sabía que era ella.
La mujer que amaba. La mujer que amó desde el primer momento en que la vio.
Escuchó en su cabeza como decía.
“Sálvame”
Y después de concéntrarse mucho pudo volver a escuchar pero ahora una palabra diferente, clara y útil.
“Hospital”
Solamente esas dos palabras bastaron para alertar a su lobo y que se echará a correr como si su vida dependiera de ello.
Por que sí, su vida dependía de ello.
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Este capitulo esta dedicadoooo aaaaaa: Redoble de tambores dd
