Taehyung es un joven de 22 años que vive como una persona totalmente normal en un pequeño departamento afuera de los suburbios, aunque todo eso queda atrás después de un suceso qué cambió su vida.
¿Magia tal vez? ¿La aurora boreal? Taehyung al caer...
De una manera algo ilusa Taehyung pensó que dirigir un pequeño restaurante era una tarea fácil. ¡Pero que idea más pendeja!.
Estaba cansado y apenas eran las tres de la tarde, realmente no llevaban mucho tiempo trabajando habían abierto apenas a medio día, después de que Jin y el desayunaran tranquilamente y además limpiarán todo el lugar.
A pesar de que era un lugar mediano, ni muy grande pero tampoco era muy chico, parecía tener mucha popularidad con las personas pues a la hora del almuerzo estaba abarrotado de gente.
Las piernas le temblaban y sentía el sudor pasar por todo su cuerpo inclusive sudaba de partes qué no sabía que sudaban.
– Jin Hyung, veo estrellitas – habló con la mirada un poco ida.
– Oh mierda te vas a desmayar – habló con algo de gracia el mayor, le pasó un plato – Puedes servirte Japchae, creo que queda un poco, de cualquier forma haré más en un momento– El menor solo asintió – Tómate un descanso Taehyung, lo estas haciendo bien.
Realmente se había esforzado dando su cien por ciento todo el día, pues no quería que Jin lo corriera siendo el su única manera de sobrevivir en este momento.
Estaba comiendo tranquilamente en un pequeño espacio qué tenia Jin, era como una oficina pequeña qué estaba a lado de la cocina, se sentía bien la privacidad para su confusa mente, ayer con todo el cansancio ni siquiera se puso a pensar en el hombre que lo perseguía como loco, tampoco tuvo mucho tiempo de acongojarse con su situación pues a las siete de la mañana Jin lo levantó de la cama, impidiendo qué su mente divagara en ideas confusas.
Estaba dando su último bocado a su comida cuando de pronto vuelve a su mente la frase que dijo Jin en la mañana. – Mi lobo me pide que te ayude –.
¿Pero que mierda? ¿Lobo? Todo es tan jodidamente confuso aunque realmente no le importaban mucho las ideas raras de los demás.
Solamente se encogió de hombros y pensó solo que siempre decía en situaciones que desconocía.
– Cada quien sus creencias.
Sin pensar más tomó su plato y se colocó denuevo los guantes y el cubrebocas para tomar las ordenes, ya qué en este momento su función era de cajero.
Y realmente se sorprendió que Jin lo dejara manejar el dinero sin siquiera conocerlo.
Pero otra parte de él le decía que era una prueba qué le ponía el mayor. Así que se aseguraría qué no faltara un solo peso para el cierre de caja.
Ya estaban por cerrar, eran las siete de la noche, realmente para ser su primer día de trabajo había sido pesado y extenuante.
Solamente quedaban dos comensales en el lugar, por lo que había un ambiente relajado. Y solamente estaban esperando a que se fueran para comenzar a limpiar.
Taehyung estaba dejando un jugo de naranja a un mujer con aspecto imponente, pero; al momento de girar la bandeja Jin le habló para preguntar donde había dejado las llaves de la caja, en ese momento se balanceo mal derramando el jugo en la mujer de pelo negro quien parecía tener una conversacion importante en su celular.
Al sentir como el jugo era derramado en encima suyo solamente dio un brinco y gruño de una manera fuerte.
Taehyung se quedó estático en el lugar viendo a la mujer girarse hacía el, al mismo modo que colgaba su llamada.
– Adiós Mina, sí hija, ¡luego solucionamos lo de Jeon tengo otra situación aquí! – habló exasperada mientras sus ojos denotaban la furia interna.
– ¿Sabes cuanto cuesta esta ropa? – lo miraba de arriba abajo mientras olfateaba sin disimulo – Te estoy hablando estúpido beta.
Por alguna razón Taehyung no podía ni siquiera levantar su mirada del suelo, solamente se encogió levemente en su lugar.
– Contesta, trabajador – aquellas palabras tenían un desdén qué parecíera qué trabajar sí fuera algo realmente vergonzoso.
Jin rápidamente llegó hasta el lugar y se interpuso entre ellos.
–Disculpe estimada cliente, el es nuevo no lo hizo a propósito, si me permite puedo regalarle un postre y la cuenta la pone la casa.
– ¿Insinúas qué me puedes comprar con comida? patético omega – nada parecía contentar a la fémina. – Olvidenlo, ya era un mal día como para discutir con la clase baja.
Salió gruñendo del lugar y aún después de que se fuera Taehyung parecía no poder moverse.
– ¿Estás bien pequeño? - cuestionó Jin al ver la reacción del menor
Tae solo asintió, agarró la bandeja y despacio y algo desorientado se dirigió a la cocina.
– Sabes creo que debemos hablar –
Tengo que sacarme de dudas – pensó Jin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estaban cerrando la tienda el último cliente ya se había ido y solo quedaba limpiar el local para poder ir a casa.
Taehyung estaba nervioso por dos cosas.
La primera era qué no sabía de quería hablar Jin, tal vez lo quería regañar por el incidente con la ponsoñosa, y la segunda, tenía que ver donde iba a dormir ya qué no sabía si Jin fuera una persona tan bondadosa como para acogerlo en su casa dos veces.
Taehyung estaba limpiando los envases de los caramelos los cuales son usados para hacer los postres.
Había muchos de ellos, chocolate amargo,blanco, m&ms, gomitas, dulces de cajeta, algodón de azúcar, almendras, nueces, chicles
Y con lo mucho que a Taehyung le gustan los dulces...
Estaba limpiando un refractario volteó hacía los lados y cerciorandose de que nadie lo viera tomo un puño de chocolates y se lo llevo a la boca.
En eso estaba cuando sintió pasos atrás de él.
Oh mierda.
– Taehyung tenemos que hablar – hablo Jin con un tono serio.
Tae mastico dos veces rápido y se pasó los chocolates habló lo más rápido que pudo.
– Perdón es que comí en la tarde y ya son las once, el chocolate amargo es mi debilidad y- y prometo que lo devolveré lo juro.
Jin solamente soltó una escandalosa risa algo peculiar y se giró hacía el menor restándole importancia con las manos.
– Taehyung no es eso de lo que debemos hablar, pero serviría tener que comer para esta conversación así que saca algunos chocolates.
