Olvidado

Capitulo 2 Olas

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El Equipo 5 no hizo nunca misiones de clase D.

Eso era algo que muchas personas se dieron cuenta después de unas semanas.

Normalmente los equipos, sin importar el nivel que tenían, necesitaban cumplir una cuota de al menos 25 misiones de clase D antes de que se les permitiese aceptar una de clase C o superior.

Pero ellos habían hecho un total de 15 misiones clase C en alrededor de un mes completo.

Ebisu había notado que no les serviría de nada a sus alumnos hacer misiones D, aun más importante, ellos estaban a un nivel bastante estable para Gennins. Así que lo que necesitaban era más que nada tiempo para entrenar.

Naruto por su parte parecía más calmado y neutral con sus compañeros que nada, al menos al comienzo.

Les había dado un par de concejos, gradualmente, corregía los errores que tenían, les hablaba de cosas que podían ayudarles, incluso había veces en las que venía con pergaminos u otras cosas que les podrían ayudar.

Obviamente, Ebisu no podía dejar que uno de sus alumnos simplemente se quedase sin entrenamiento. Así que fue meramente a buscar en que ayudar a Naruto.

Noto que aunque no era malo, el rubio no tenía un control de Chakra tan bueno como debería, lo cual generaba un gasto casi ridículo para la cantidad que tenía. Era principalmente por desconocer otros métodos de entrenamiento en el control de Chakra que no fueran caminar en árboles o en el agua.

Así que lo puso a hacer otros ejercicios de índole similar, como caminar en arena o en nieve donde el control tenía que ser más preciso que nada.

Naruto era particularmente antisocial, casi llegando a ser huraño, no sabía como relacionarse con otras personas o expresarse, tal vez por eso era amigo de Shino y por la que nunca le había expresado a Satsuki lo que realmente sentía.

Su equipo había notado eso.

Naruto era el más fuerte de los tres, incluso más fuerte que Ebisu, eso lo habían notado. Pero esa fuerza venía con el precio de no saber como era ser una persona.

La vida de Naruto era entrenar, dormir y comer. Nada más ni nada menos.

Era como un animal.

Y por eso, más que entrenar de lo que ya de por si hacía bastante, Ebisu había tratado de que Naruto fuese más sociable con sus compañeros.

Dejando de lado que por lo menos había tenido un ligero avance, habían estado yendo a misiones clase C las ultimas semanas, aunque siempre que iba Naruto nunca les acompañaba, incluso se quedaba esperando afuera, pero nunca encaraba al Hokage.

—Veamos— murmuro Ebisu mientras Naruto le pasaba un pergamino de color rojo, algo manchado con sangre, para luego sentarse sobre las cajas de un almacén abandonado junto Akimitsu y Abi—. La mayoría de estos nombres son gente bastante importante en la aldea, aunque hay personas que son de afuera de ella.

—Solo había mercenarios de allí, ni podría decir de donde eran— declaro Abi estirándose, no le había gustado nada tener que haberse disfrazado para poder entrar en la mansión que a la distancia se estaba prendiendo fuego.

Akimitsu se froto el hombro derecho, recordando que él también había tenido que disfrazarse para poder entrar, y por los mismos motivos...—Espero que Hokage-sama haga algo al respecto con toda esa lista de nombres.