Primer Libro "Sensaciones Italianas".
Tara Jones y Dana Martínez son dos amigas ambas latinas, llegan a Italia para disfrutar aprovechando la "desgracia" de una de ellas, en este país tan peculiar y único allí vivirán muchas aventuras y jugarán co...
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Pov Dana
Encerrarse en una oficina sola con mi ahora marido jamás ha sido un buen plan.
—Dime de una vez, que es eso que no me has dicho de ti —exige él
Mientras yo me encuentro sentada en una silla frente a su escritorio de piernas cruzadas
—¿Es que acaso quien me ha delatado no te ha contado todo de mi? —dije viendo mis uñas —deberías averiguar más sobre la persona con la te casas, no vaya a ser que sea una psicópata y tú ni enterado —¿Prefieres que yo lo averigüé por mis medios?—dijo este retandome
—Quiero saber que tanto puedes describir de mi —dije sonriéndole
—Eso sonó a un reto —dijo Alessandro acomodándose en la silla para quedar justo enfrente a mí
—Yo no lo veo así, simplemente que ya que te han facilitado el trabajo podrías al menos averiguar algo por tu cuenta —dijo poniéndome de pie —me voy al club —le aviso
—Espera e iré contigo
Me giro en su dirección y le respondo
—Prefiero no, no tengo cómo explicar absolutamente nada de lo sucedido hace unas horas
—No tienes que explicar nada, las personas se casan todos los días no es nada fuera de lo normal
—No creo que todas las personas se casen literalmente de un día para el otro.
—Está bien, ve y luego voy yo aprovecho a resolver unas cosas aquí pero ya sabes, nada de involucrarte con ninguna de las personas de allí
—Si ajá como digas —luego de decir eso salgo de su oficina.
Voy a mi habitación y busco mi celular en mi cartera.
Desde ayer lo apague para mantener la carga, pero ahora no logro encontrarlo.
Saco todo lo de mi cartera y nada
Mierda
Vuelvo a guardar todo y salgo en busca de alguien que me lleve
Ya tendré que buscar otra forma para comunicarme con Samantha y Tara
—Ciao, scusami, volevo sapere chi può portarmi al club (Hola disculpé, queria saber quién puede llevarme al club) —le dije al primer hombre que encontré junto a la puerta
—signora, la porterò(Señora, yo la llevaré) —me respondió
Y dale con la señora.
No le respondí, solo volví a la habitación corriendo en busca de mi cartera.
Salgo de la finca y una camioneta negra está en la puerta.
