"Giochi"
Marco.
Poder verla sobre mí, verla llegar a su orgasmo ha sido la mejor forma de iniciar el día, ver cómo sus ojos poco a poco se iban oscureciendo.
Verla como se retuerce sobre mí, ella está en su burbuja.
Continuamos besándonos mientras yo luchaba por quitarle ese vestido color rojo, en ella ese color se ve ideal son como la mezcla perfecta.
Luego que le logré sacar el vestido la apoyé sobre mi escritorio y ella comenzó a reír, su risa hacía eco en mi oficina.
Hice un camino de besos desde su cuello hasta su vientre, cuando llegue al elástico de sus bragas negras, las comencé a bajar, en el proceso bese sus muslos y ella como reflejo cerró sus piernas.
—Principessa abre las piernas —le dije a lo que ella las abrió, ella tomó mi cabello con fuerza cuando comencé a repartir besos por su parte íntima, sus gemidos hacían eco.
—Hoy llegaremos hasta aquí —dije una vez que obtuvo su segundo orgasmo, fui por un trago a la pequeña mesa con licores que tengo junto a mí escritorio mientras ella se vestía mi miembro dolía, pero eso lo resolvería luego.
—¿A qué estás jugando? —me preguntó la Principessa una vez que se sentó en la silla frente a mí escritorio.
—A nada, solo te estoy enseñando algo a disfrutar sin tomarse todo a la ligera ya verás que cada vez nuestros encuentros serán más intensos.
—¿Qué te hace creer que este no fue el último? —dijo mirándose las uñas.
—Tengo la certeza de que será así.
—Pues yo te doy un plazo, tienes un mes que es el tiempo que estaré en Italia luego debo volver a mí país.
—¿Sabes qué es lo más divertido de los viajes cuando viajas sola?
—No —respondió.
—Qué solo tú sabes a ciencia cierta qué fue lo que sucedió y lo que tu vives en un viaje nunca será igual a lo que vivió otra persona.
—Estás diciéndome que lo que pasa en Italia se queda en Italia ¿No es así?
—De cierta manera si eso es lo que te estoy diciendo.
Dana.
Intento abrir mis ojos por cuarta vez y esta vez lo consigo, el dolor de cabezas que tengo es insoportable, al menos tengo una buena amiga que pensó en mí y dejó las cortinas cerradas mi celular vibra en la mesa de noche maldito aparato que no sabe callarse, lo miro y son un par de mensajes de WhatsApp y algunas notificaciones de Instagram, abro WhatsApp sabiendo quién es el que me escribe, no le he querido decir nada a Tara pero su estúpido ex ya me tiene cansada con sus mensajes de "dile a Tara que regrese que debemos hablar me asusté eso fue todo" a lo que yo respondo siempre "jajajajajajaja" mi deber como mejor amiga es mantenerla lo más feliz posible y sé que si sabe algo de estos mensajes su felicidad se convertirá en amargura, bloqueo su número como todas la mañana anterior, se ve que ayer ebria lo desbloquee, entre a Instagram y me encontré con lo que me temía todas las notificaciones se deben a una historia que subí en el casino, debería golpearme por subir cosas así sabiendo lo entrometida que son las personas pero estaba ebria claramente no estaba razonando.
Me bombardean mensajes.
—¿Dónde están?
—¿Tara va a regresar con Alexander?
Ese mensaje si lo respondí.
—Primero muerta que dejar que ella vuelva a cometer ese error 🙂
—es que acaso salir a casinos para ti significa salir a casinos —ese era un mensaje de mi padre, no lo respondí con él he aprendido que mejor ignorarlo y olvidar el tema que desatar una tercera guerra mundial.
Dejé de ver los mensajes y me fui a bañar.
Cuando acabé tomé mi celular y salí en busca de Tara.
La encontré en uno de los pasillos muy sonriente, yo conozco esa carita
—mmm esa sonrisita —llegué junto a ella
—buenos días bella durmiente —dijo una vez que estuve junto a ella.
—No me cambies de tema dime acaso estuviste probando el menú italiano —dije golpeando su hombro
—Tal vez, a lo mejor .—me reí .—por cierto ¿Me devuelves tu celular?
—Solo si prometes que no le responderás ningún mensaje a Alexander, es más quiero ver cómo lo bloqueas. —me crucé de brazos.
—No creo que sea necesario, no me importa, de verdad, quiero que vea lo bien que lo estoy pasando con el italiano.
—¡Con que si picarona! —comencé a reír mientras la señalaba.
—Ya cálmate y vamos a comer algo. —dijo entrelazando su brazo con el mío.
Chocamos con alguien, cuando levanté mi vista.
—Se ve que lo nuestro es chocar.
Por lo menos esta vez no traía ningún trago.
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Sabor Italiano ✓ (Juegos y Mafias)
Ficção AdolescentePrimer Libro "Sensaciones Italianas". Tara Jones y Dana Martínez son dos amigas ambas latinas, llegan a Italia para disfrutar aprovechando la "desgracia" de una de ellas, en este país tan peculiar y único allí vivirán muchas aventuras y jugarán co...