TWO

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- Oh, dios no, no llores, que me haces sentir mal - susurré y sequé sus lágrimas con mi mano - yo no te odio, Niall mírame - tomé su barbilla y miré fijamente el azul cielo de sus ojos - no estás solo, ¿vale? Yo estoy contigo, a la mierda el resto, yo no te dejaré, te quiero

- Es muy difícil - y comenzó a llorar otra vez

Chequé la hora en mi reloj, media hora para la siguiente y última clase.

- Vamos a los prados, tú y yo sabemos que no queremos comer eso - dije mirando despectivamente la comida, él rió suavemente

Salimos del comedor y nos sentamos en la sombra de un árbol de una de las esquinas del jardín.

- Grace... - me giré hacia él

- ¿Sí Niall?

- ¿No te sientes asqueada de mí? - me miró con expresión sincera y sentí que se me rompía el corazón

- Niall, ¿qué dices? - me miró con tristeza y lo abracé, lloró en mi hombro

- Todos, todos me lo dicen - sollozó más fuerte - cuando me pegan, me lo repiten para que no se me olvide, que doy asco

Lo alejé un poco de mí

- ¿Por qué irías a dar asco? - acaricié su suave mejilla - eres hermoso, Niall, y de seguro encontrarás a tu príncipe azul, porque yo sé que en este instituto hay más gays, los conozco, y más de alguno me ha dicho "Ay sí, me encantaría que Niall me hiciera de todo..." - dije con voz exagerada y rió

- Gracias por ser mi amiga

- El placer es mío - dije y pellizqué juguetonamente su mejilla - pero creo que debemos volver a clase, falta poco para el fin del receso

- Vale -

(...)

Y terminó la ultima clase.

Corrí de vuelta a casa, abrí la puerta, corrí al segundo piso y me lancé a la cama. E instintivamente lancé la mochila por la ventana

HOLYYY SHIT!

- Oh ¡santa mierda! - grité y me asomé por la ventana, mi mochila estaba en la orilla más alejada del techo

Mi madre no estaba en casa, así que despreocupadamente me colé por la ventana y me paré sobre el techo. Caminé lentamente, no quería que el techo se rompiera.

- Aquí estás, pequeña - dije acariciando la mochila

- ¡¿HIJA?! - miré abajo y estaba mi madre con las bolsas de compras en los brazos - ¡Bájate ahora, cariño, no quiero que te hagas daño!

Vale, creí que se enojaría.

Entré nuevamente por la ventana y bajé al primer piso.

- Cariño, arréglate que tu primo te vendrá a cuidar -

- Primero, ¿por qué me tendría alguien que cuidarme? Segundo, ¿de qué primo hablas?

- Saldré con mis amigas de la secundaria, y vendrá tu primo Ashton a cuidarte, él ya es mayor de dieciócho, pero no lo has visto hace mucho

- ¡No quiero que me cuiden! Estoy lo suficientemente grande como para necesitar un niñero - dije cruzando mis brazos en una expresión infantil

- ¿No te acuerdas de lo que pasó la última vez?

Recordé el vergonzoso momento pero negué.

- ¡Llegué a casa y tú estabas montando a un chico salvajemente!

- ¡Tenía mis razones! - le grité de vuelta

- Bueno, no importa, está decidido. Ashton te cuidará y punto

Suspiré cabreada subí a mi habitación, y miré por la ventana. Había un chico guapísimo caminando por la calle y tocó la puerta de nuestra casa. ESPERA. ¿Qué?

- ¡Grace llegó Ashton!

NO. PUEDE. SER.

¡Ese chico era mi primo!

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Incident | 5SOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora