Capítulo 7: Un Perdón Muy Sincero

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar.

Derechos Reservados.

Capítulo 7: "Un Perdón muy Sincero"

Se mordió el labio tan fuerte que por poco sangraron, aun así las lágrimas se deslizaron lentamente por sus mejillas. Maldito... insensible... bastardo... jamás lo había odiado tanto como ahora... jamás... "perdedora"

Sollozó horriblemente cuando se lanzó a la cama. Ojalá nunca lo hubiera conocido, ojalá no hubiera venido, ¡ojalá no se hubiera enamorado de ese idiota!

- Kagome... Kagome... ey ¿estas bien?

¡¡Uyyyy!! ¡Como deseaba darle una bofetada! O varias tal vez. Lo escuchó a los lejos llamarla, como un eco, golpear la puerta muy despacito pero intermitentemente y luego el silencio total en la habitación. Al fin dejó de hacerlo, de molestarla. Cómo deseaba morirse en este momento... "perdedora", la palabra se repetía en su cabeza... ese imbécil... si comprendiera en realidad los sentimientos de las personas... si fuera más sensible, más atento... más... miró de reojo el notebook y estuvo a punto de lanzarlo lejos, arriesgando con eso todo lo que había escrito, pero al final dominó la razón. Suspiró pesadamente dejando caer la cabeza en la almohada, con los cabellos sueltos esta vez sobre los ojos, pegándose al rostro debido a las lágrimas. Inuyasha... porqué tenía que ser así... si supiera que desde que estaba enamorada de él no existía nadie más en su vida... tampoco podía concebirlo... entregarse a los brazos de otro... jamás... sin amor... jamás... idiota... tal vez... tal vez debería decirle de una vez... confesarle sus sentimientos... nooo, ¡jamás! ¡Idiota!

Llovía otra vez afuera y el viento sopló un poco más fuerte. Hacía frío en ese lugar, estaba húmedo, había una chimenea pero parecía que hacía mucho no había sido usada. Hubiera quemado las sillas y también la mesa pero sólo imaginar el rostro de Sango se arrepintió. Esperaba que al día siguiente estuviera el clima mejor para recolectar algo de leña, porque dudaba encontrar algo lo suficientemente grande y poderoso como para echar abajo un árbol. ¡Demonios! Que endemoniado frío hacía ahí. Se acurrucó la manta que encontró por ahí hasta el cuello y se acomodó varias veces sintiendo la dureza del sillón y lo pequeño que éste era (con lo cual se lamentó saber que debía dormir con las piernas media flectadas) La cabeza estaba sobre el borde, duro como un trozo de madera. ¡Demonios! ¡Demonios! Esto debía ser un castigo, seguramente. Un castigo... volteó otra vez dando un fuerte suspiro. Qué estúpido había sido... ahora comprendía tantas cosas... tanta... inocencia... tanta turbación en alguien así...

- "Las escenas de sexo a veces... son muy... como que le falta algo... no sé..."

Inuyasha suspiró otra vez con fuerza y arropándose más la manta al cuello. Debió haberlo pensando mejor... él sabía que un escritor transmite en muchas ocasiones sus propias emociones y vivencias. Por supuesto no era siempre, pero... debió haberlo advertido en Kagome... ¿porqué le había costado abrir tanto los ojos con ella? ¿Por qué sólo la miraba como una chiquilla? ¿Cómo una hermanita? Hizo una mueca. Vamos, a quien engañamos, realmente debía reconocer que ella no sería nunca como su hermanita... no se tienen pensamientos ni sueños casi pecaminosos con las hermanitas, eso sería insano. ¡Diablos! ¿Acaso Kagome le estaba provocando otra clase de sentimientos? Estaba siendo más que obvio. Frunció más el ceño. Eso no podía ser... él era... un maldito mujeriego, conocía sus sentimientos, seguro que pronto olvidaría lo que Kagome le estaba provocando... siempre sucedía lo mismo, estaba un tiempo con las mujeres y pronto el entusiasmo desaparecía... siempre era igual... siempre... y no quería tener que encapricharse con Kagome para luego... luego dejarla. Ella era muy sensible... ¡Diablos! ¡Qué estaba pensando! Mejor era dormir e intentar olvidar todo lo que había meditado... lo importante aquí era pedir disculpas a Kagome... mañana a primera hora lo haría, sin falta.

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