07. La alianza con el Avatar.

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Capítulo 07: La alianza con el Avatar.

Ambientación: Libro Tierra.

Aang perdió la consciencia y antes de que su cabeza cayera contra el suelo de piedra, Xica lo atrapó entre sus brazos. La esclava saltó de inmediato con todas sus fuerzas para evitar que el enorme animal, enojado por su acción, lograra embestirla. Su salto la hizo llegar hasta el techo, en donde permaneció en cuclillas, observando a la bestia que la miraba con rabia en sus enormes ojos.

Los gruñidos del animal, por muy furiosos que se oyeran, no lograron intimidarla. Después de una vida como esclava, no había casi nada que pudiera hacerlo en realidad, salvo quizás la crueldad de Ozai. Xica miró el rostro de Aang, tardando un par de segundos en comprender que tenía entre sus brazos al avatar. Vio sus tatuajes, su rostro infantil y sus ropajes de los nómades aire, convencida de que se trataba de él. Se quedó paralizada al caer en esa realidad.

«No fue fácil darme cuenta de que tenía en mis manos lo que podría determinar el destino del mundo. Con Aang, podría transformar a Ozai en el hombre más poderoso del mundo conocido, podría darle a Azula la mayor de las victorias ante su padre, podría provocar la caída de todas las demás naciones y así conseguir la libertad...o podría ayudar a mi viejo amigo a recuperar el honor que le pertenecía. Aquella confusión fue la puerta a todo lo que sucedió después»

—¡Vamos Katara, tu puedes!—exclamó Sokka, sujetando las riendas de Appa con tanta fuerza que sus manos se lastimaban

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—¡Vamos Katara, tu puedes!—exclamó Sokka, sujetando las riendas de Appa con tanta fuerza que sus manos se lastimaban. El bisonte volaba descontrolado alrededor del barco, esquivando el fuego que salía de todas partes, embravecido por la falta de Aang y con el terror de los roces ardientes de las llamas. 

Unas bolas de fuego que parecían cometas fueron disparadas hacia él, pero una tremenda ola fue levantada desde el mar y azotó los proyectiles con tanto ímpetu que los inutilizó. Katara volvió a usar su agua control para repetir la misma acción, aún con el trabajo que le había llevado hacerlo la primera vez, pero el volar inquieto y brusco de Appa la obligó a usar sus brazos para sujetarse con fuerza de la silla de montar para no caer por uno de los costados.

—¡Appa, espera...!—Sokka tiró con fuerza de las riendas para direccionar a Appa, pero le sirvió de poco, ya que el bisonte insistía en alejarse hacia arriba, sin darles la oportunidad de descender—¡Por favor, es por Aang, vamos!

Katara arrugó la frente e impulsada por el temor que sentía por no volver a ver a su amigo, se irguió como pudo y se lanzó hacia Sokka para sujetarse de uno de sus brazos, haciendo que aquel casi perdiera el control de las riendas.

—¿¡Qué haces...!?

—¡Necesito que me sostengas!—rugió segura, sin darle a Sokka tiempo para titbuear. Su hermano apretó los dientes en una mueca y sacó toda la fuerza que tenía para tomar las riendas con una sola mano, enredándolas alrededor de su brazo a pesar de lo peligroso que eso era, y sujetó el brazo de su hermana con la presión suficiente para que Katara sintiera la mano de Sokka incrustarse en su piel—¡Bien!

|Ojos Rotos|[Avatar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora