03. Mejores amigos.

769 94 20
                                    

Capítulo 03: Mejores amigos.

Ambientación: Libro Tierra. Episodio 2.

—¿Entonces crees que Xica está bien?—preguntó Zuko en un jadeo, incapaz de esperar a recuperar el aire antes de preguntar y ansioso por sacar el tema a relucir. El muchacho se recargó en un roble a espera de la respuesta de su tío.

—Siempre ha sabido cuidarse.—señaló Iroh, sentándose en una roca para recuperar el aliento tras la salvaje huida a pie que habían perpetrado, corriendo como jamás lo habían hecho. Iroh estaba convencido de que nadie era más rápido que aquel que huía de las garras de Azula—No dudo en que haya tenido las precauciones necesarias cuando nos dejó la señal.

—¿Entonces estás seguro de que Azula no se desquitará con ella?—preguntó Zuko con mirada insistente, apretando con fuerza el brazalete de oro que había recogido. 

—Estoy seguro de eso porque le dejé nuestro cabello para que tuviera algo que entregar, Azula le creerá.—aseguró Iroh, limpiándose el sudor de la frente con la manga de su ropa. 

—¿Pero estás seguro de que le creerá?—insistió Zuko con evidente preocupación. No quería imaginarse lo que Azula sería capaz de hacerle si se daba cuenta de que Xica había favorecido de esa forma a Iroh.

—Xica sabrá convencerla si duda, no la subestimes.—espetó Iroh con seriedad. Nadie más que él sabía la gran capacidad que podía tener Xica para salirse con la suya. Lo había hecho durante años, fingiendo ser un ejemplo de sumisión y obediencia que incluso a él por poco logra engañarlo. Su verdadera personalidad habría pasado inadvertida para él si no fuera por sus ojos. Una mirada demasiado salvaje para considerarse dócil. 

—Nunca lo he hecho, pero ha pasado tanto tiempo y ya sabes como es Azula, ¿que tal que haya tenido a Xica durante más tiempo y haya aprendido a adivinar sus intenciones?—preguntó Zuko acercándose a su tío y colocando un pie en la roca donde estaba sentado. Estaba asustado y sabía que ocultarselo a su tío no le serviría de nada. Habían pasado tantas lunas desde que Xica dejó de estar bajo la protección de Iroh que Zuko jamás dejó de temer por lo que pudiera ocurrirle a manos de Ozai, y ahora, a manos de Azula.

—Más bien creo que Xica aprendió a adivinar las de Azula.

—¿Pero tú crees que...?

—¿..que tenemos que buscar comida antes de que anochezca? Sí.—lo interrumpió Iroh, con el objetivo de que el inevitable interrogatorio se pospusiera un poco más, al menos hasta que pudieran tener más calma para hablar de ello. De todos modos, se sentía tranquilo sabiendo que Xica no haría nada que no pudiera salirle a la perfección. 

«Iroh tenía sus razones para mantenerse tranquilo, aunque probablemente no las consideraba como las mejores. Él aborrecía la esclavitud y se esforzó por darme la idea de que yo era un ser humano con igual dignidad que el resto. Sin embargo, sus buenas intenciones no podía borrar los años que había vivido de esa forma, y para bien o para mal, había aprendido a manipular ese sistema para sobrevivir en él, escondiendo todo rastro de desobediencia y asegurándome de que mi lealtad jamás fuera puesta en duda. Nadie se imaginaba los buenos mentirosos que podíamos ser los esclavos»

 Nadie se imaginaba los buenos mentirosos que podíamos ser los esclavos»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|Ojos Rotos|[Avatar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora