Capítulo 22: Dios y el diablo.

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Reino elfico.

*Booooom*

Todo el lugar era un desastre,ruinas por todas partes,fuego,grietas enormes en el suelo junto a un incesante olor a carne quemada que inundaba todo el lugar.

Lo que quedaba del reino elfico era un verdadero caos,todo a causa de la intensa batalla que Lilibell estaba teniendo actualmente con el cadáver viviente de Bardo,el ahora difunto hijo de Oboro.

*Booooom* se escuchó al impactar algo al suelo al mismo tiempo que una fuerte nube de polvo y viento se presentaba,nublando la vista de Oboro que se encontraba disfrutando con una mirada enloquecida toda la destrucción.

- ¡Muy bien hijo mío!,¡Sabía que podrías alzarte sobre los herejes!.- decía la mujer,mientras veía como su hijo levitaba con su mirada fija a la nube de polvo,exhalando lo que parecía ser vapor con tenues chispas azules.

- ¡¿Que pasa señor demonio?!,¡¿Que acaso no querías divertirte la última vez que nos visitaste?!,¡Vamos!,¡Sal de ahí y enfréntate a un verdadero dios!.-

De aquella nube pudo divisarse una figura humanoide con brillantes ojos rosados y su cabello ondeando con el viento,para que al diciparse,pudiera verse a un Lilibell con un cuerno roto,grietas en la armadura,algunos rastros de sangre y heridas superficiales junto a una espada sin filo.

Sus alas tenían unos pocos agujeros,señal de que fueron heridas en batalla.

Estaba respirando con algo de pesadez y con bastante sudor en su rostro,mientras que volvía a escuchar la voz de aquella mujer que estaba empezando a irritarlo.

- ¿Sigues vivo?,vaya,la escoria de resiste a morir,cariño,¿Por qué no lo matas de una vez para hacer feliz a mami?.-

Después de aquellas palabras,Bardo se abalanzó velozmente hacia Lilibell,mientras extendía su espada con intención de atravesar su pecho,solo para que al impactar el ataque,terminara arrastrando hacía al frente al azabache,el cual había frenado el ataque a pocos centímetros de su pecho.

Parar el ataque le había costado bastante,desde hace minutos había comenzado a sentir lo que era el cansancio en batalla,además de todo el dolor de las heridas,por lo que para detener el ataque estaba utilizando toda su fuerza.

<Tendré que usarlo...>

Bardo solo continuó arrastrando al azabache haciendo que ambos se estrellaran contra los escombros de los edificios,mientras ambos eran seguidos por Oboro que se encontraba volando.

<¿Por qué no se rinde?,¿Acaso es tan tonto que no puede ver qué se enfrenta a algo superior?...> Pensaba la ex-matriarca de los elfos,solo para que una pequeña sonrisa torcida se hiciera presente en su rostro,<ahora que lo recuerdo,todavía debo hacer algo con Amira,estoy segura de que-...>

*Booooom* escuchó Oboro,mientras al salir de sus pensamientos veía como Bardo había sido lanzado hacía una pila de escombros por un solo golpe del azabache.

Al diciparse la nube de polvo,podía verse a un Bardo incrustado en la pared,solo para que bajo la mirada estupefacta de la mujer,este escupiera un líquido negro con partes azules de su boca,al mismo tiempo que un pequeño quejido de dolor se hacía presente.

- ...¿Que?...-

Y antes de que siquiera pudiera procesar lo que acababa de pasar,sintió como todo el ambiente cambió drásticamente,a la par que el cielo comenzaba a nublarse.

Al fijar su vista,pudo ver horrorizada,como aquel demonio comenzaba a ser rodeado por un aura completamente oscura,mientras hacía un tipo de mantra que no podía entender.

Reencarnané En Overlord (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora