Capítulo 13: Sorpresa

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"Demasiadas personas sobrevaloran lo que no son y subestiman lo que son."

Malcom S. Forbes

—Es obvio que es un asesinato. —dijo un Inspector.

—Me está escuchando. —dijo Shinichi Kudo molesto. —Aunque hayan cosas extrañas, hay indicios de un suicidio no podemos descartarlo.

—¡Qué está diciendo! No encontramos el mango de la cuchilla, además las huellas del hombre están en el arma homicida, es el culpable. —argumentó el Inspector.

El detective resopló frustrado al no ser escuchado, ya había armado casi todo lo que pasó, pero no lo había comprobado por qué el Inspector no lo dejaba.

—Shinichi, calma. —me tranquilizó Shiho. —Busquemos las evidencias si es un suicidio. —me miró dulcemente. —O un asesinato. —pasó su mirada al Inspector, una que transmitía frialdad. —Lo sabremos. —finalizó viendo de reojo a los dos amantes antes encontrados.

—No puedo creer que el esposo de Kowaki la engañara. —habló Sonoko de malhumor.

—Sí. —dijo Shiho con la mente en otra parte.

—¿Qué sucede? —le preguntó Sonoko.

—Hay algo... —sus palabras fueron cortadas por una persona que entró de repente al apartamento.

—Lamento la tardanza. —habló algo cansada, arreglando una arruga en el elegante vestido verde marino.

—¿Ran? —dijo Sonoko impactada. —¿Qué haces aquí? 

—¿Sonoko? Venía a la fiesta, cuando recibí una llamada de un cliente. —aclaró Ran.

—¿Cliente? 

—¡Mouri! Que alivio que llegó. —dijo el Señor Kowaki.

—¡¡Él es tu cliente!! —gritó Sonoko con molestia en su voz.

—¿Eh? Sí, ¿por qué? —preguntó Ran confundida con el tono desagradable de su amiga.

Shiho

Shinichi se encontraba frustrado por ser completamente ignorado por el Inspector, aún así lo pude calmar.

Él se dedicaba a investigar mientras yo anotaba las anomalías que encontraba en este caso.

—Shiho, iré a hablar con Sonoko, necesitamos saber qué le dijo antes de irse. —dijo mi prometido acercándose a mí.

—Bien, terminaré aquí y luego iré contigo. —hablé de forma distraída mientras seguía anotando las cosas extrañas.

—Me alegra tenerte. —me dijo dulcemente, pude sentir como me besó por encima del cabello antes de irse.

No pude evitar sonreír como tonta, él solo estar con él es embriagador.

—Ese chico está haciendo lo mismo que el Señor Kowaki, ¿eh? —escuché un murmullo a mi lado.

—¿Qué? —solté sin pensarlo al Inspector.

—Tu y ese joven. —me dijo mirando de reojo atrás, supongo que a Shinichi.

—¿De qué está hablando? —le volví a preguntar en mi habitual tono y expresión tranquila terminado de escribir.

—Ese detective de pacotilla está casado. —volvió a hablar el Inspector.

—Ese detective de pacotilla es también Inspector como usted y uno de los mejores. —le respondí con algo de molestia.

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