Capítulo 11: Propuesta

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"Siempre he pensado que hay gente que deja una marca imborrable en el Alma, una huella que nunca puede ser borrada."

Anónimo

En el patio de una enorme casa se encontraban varios jóvenes divirtiéndose en la piscina, como si fuera la última vez… aunque sí sería la última fiesta universitaria que tendrían.

—Hey, Shiho. ¿De verdad trabajarás con los estúpidos detectives? —preguntó Sonoko divertida en la orilla viendo a la chica leyendo un libro. Ella dio media sonrisa mostrándose misteriosa. 

—¡Hmp! Quién sabe… —la sonrisa de ella se borró al ver a Shinichi salir de la piscina, atendiendo su celular y alejándose de todos.

—Uuuuh, ¿celosa? —volvió a hablar Sonoko tratando de molestarla, al ver su ceño fruncido, sin embargo no recibió respuesta. 

La chica sólo veía a Shinichi hablar nerviosamente, mirándola un par de veces intranquilo. 

Ran

Me acerqué a Sonoko que hablaba divertida con Miyano, aunque esta no parecía que la escuchara.

—Sonoko… —llamé su atención —¿Por qué eres tan amistosa con Miyano desde hace unas semanas? —hablé en voz baja para que la chica no escuchará y se ofendiera.

—Bueno… descubrí el lado bueno de esa chica. —dijo mostrándome una sonrisa brillante, por alguna razón lucía como si recordara una anécdota. 

—¡Hey, Kudo! —le gritó furiosa la rubia-fresa a Shinichi, este de inmediato se tensó.

¿Lado bueno? 

—Shi… ¿qué pasa? —le preguntó nervioso el oji-azul.

—¡Ni lo pienses! —exclamó en un tono helado llamando la atención de todos.

—¿Qué? Pero, ¿de qué hablas? —respondió Shinichi nervioso.

¿Cómo puede todo el mundo tratarla tan bien, a pesar de cómo es? —pensé desconcertada e incluso molesta.

—¡Shinichi no me trates de estúpida! —exclamó con una mirada de demonio que asustó a todos.

—Pe-Pero… —dijo Shinichi desanimado.

—¡Ya dije que no! ¡No voy a estar metida en otro caso! —afirmó volviendo a abrir el libro.

¿Qué? ¿Un caso? ¿De dónde saca eso? 

—¿Pero qué culpa tengo de que me llamaran? —respondió Shinichi a la defensiva. 

¿Entonces si es verdad? —volví a pensar. —¿Cómo se dio cuenta de eso?

—¡No me importa! En unas semanas pasaremos de caso en caso, déjame disfrutar por una vez. —dijo la chica fríamente, sin siquiera mirarlo.

—Hazle caso a Shiho, friki, queremos disfrutar. —intervino Sonoko con una sonrisa de burla.

Incluso el apodo desapareció. —pensé deprimida 

—¿Por qué no te callas, Sonoko? —dijo molesto, pero de repente una sonrisa se extendió en su rostro —¿Sabes que…? Sí, lo haré, pero con una condición.

Shinichi se acercó a la chica con una sonrisa brillante.

Es la primera vez que lo veo sonreír así. —pensé con tristeza. 

—¿Cuál? —preguntó esa chica con curiosidad, sin todavía mirarlo. 

En un rápido movimiento le quitó el libro, cuando ella estaba por quejarse, un chillido salió de sus labios, al ser levantada por Shinichi, al estilo princesa.

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