Estoy cansada de ese chico, sus ojos me miran como si me comprendiera, como si viera mi alma, me siento vulnerable, todos los escudos que construí fueron derribados antes de que me diera cuenta... yo... lo odio.
No pude evitar cautivarme por sus ojo...
"No es el tiempo o la oportunidad lo que engendra amistad y confianza: sino la inclinación de un ser hacia otro."
Jane Austen
Shinichi.
Di un suspiro de estúpido, como a Shiho le gustaba llamar, sin escuchar lo que el detective Takagi me decía, ambos esperábamos los análisis del laboratorio, pero mi atención sólo estaba en la hermosa mujer que buscaba los papeles correctos frente a mí.
—¡¡Friki!! —escuché el grito que me exaltó.
¡¿No puede ser?! —grité a mis adentros viendo como Sonoko se acercaba rápidamente a mí. —¡¿Por qué Sherlock está en la estación?! ¡¿Acaso no estaba en su luna de miel, desde hace hace dos meses?! —pensé alarmado. —Peor, estoy seguro que se enteró de mi propuesta de matrimonio de hace 4 semanas.
—¡¡Ayúdame y no comentaré nada sobre tu espectacular propuesta!! —exclamó molesta.
Y esta qué.
—Oh, Sonoko, ¿cómo te fue en la luna de miel? —preguntó amable Shiho entregándole a Takagi los análisis.
—¡¡Muy bien!! —exclamó feliz. —Pero no como tú. —dijo en un tono sugerente.
—¡¡Sonoko!! ¡¿Qué es lo que quieres?! —exclamé molestó al ver a dónde iba dirigida la conversación.
—¡Ah! Es cierto, Kyogoku y yo pensamos que hay alguien desviando fondos en nuestra compañía, quiero que investiguen eso. —dijo por primera vez en su vida de forma seria.
—¿Eh? Espera un momento, ¿quieres que haga una investigación de uno de tus empleados? —pregunté confundido.
—¡¡Sí!!
—¿Por qué yo? Contrata a un detective privado. —le respondí molesto, por alguna razón todos mis amigos acuden a mí con sus problemas, incluso los detectives que trabajan conmigo en la estación.
—Por qué no sé si serán confiables. —dijo en un tono de obviedad, solo rodé los ojos, obviamente ella me respondería así.
—¡Claro, te ayudaremos! —respondió Shiho rápidamente.
—¡¿Qué?! —vociferé en shock.
—¡¿En serio?! Te mandaré el acceso a la página de la empresa. —habló emocionada antes de irse de allí.
—¡¡Shiho!! —la regañé, no es que me moleste hacerlo pero sabía que algo saldría mal, en especial para mí, como siempre ocurre cuando hago algo por Sonoko.
—Vamos, Shinichi, es solo un favor de un amigo. —dijo dulce dándome un beso antes de adentrarse en el laboratorio.
No pude evitar sonrojarme, al usarse para convencerme, sabiendo que es mi debilidad.
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