Capítulo 10: Asesino

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"Una de las más bellas cualidades de las verdaderas amistades es entender y ser entendido."

Anónimo

Shiho

—Suéltame. —respondió Suzuki débil, su rostro sonrojado, al parecer no soportaba tenerlo cerca, me recuerda cuando no aceptaba tener a Shinichi cerca de mí.

—Te amo. —habló en un tono casi inaudible para mí. —Siempre lo he hecho y siempre lo haré.

Al ver a Sonoko con el rostro completamente rojo y dejándose llevar por el calor que recibía, me di cuenta que esto es algo que no debería estar viendo, en silencio me fui como si nada hubiera pasado. Seguí mi camino cuando sentí una extraña sensación que me hizo mirar a los lados encontrándome con la mirada del chico que conocimos hoy.

—Disculpa... Shiho, ¿cierto? —asentí sin más, al hacerlo él comenzó a acercarse. —¿Has visto a Sonoko? —me dió una gran sonrisa.

—No lo sé, debe estar en el comedor, supongo.

Mentira... no sé por qué, pero algo en mi dice que no me acerqué a él. —pensé mientras lo guiaba hasta el comedor —Menos a Sonoko.

Al llegar ahí, Shinichi se me acercó rápidamente notando mi incomodidad.

—Shiho, ¿qué hace él aquí? —preguntó Shinichi acariciando mi cabello, calmándome de paso.

—Busca a Sonoko. —respondí algo atontada por su toque.

—Ella se fue hace rato, no sé dónde está. —me respondió entre pensamientos, sin dejar de acariciar mi cabello.

En ese preciso momento Suzuki se acercaba limpiándose las lágrimas que amenazaban por caer.

—¿Eh? ¿Tadahiko, necesitas algo? —le preguntó confundida, una vez ya calmada.

—Sí, necesitaba preguntarte algo. —dijo en un extraño tono, que no pude identificar.

—¿Eh? Sí, yo... también tengo que decirte algo. —respondió algo nerviosa.

—¿Te parece si es privado? —nos miraba de reojo.

—Sí, claro. —dijo Suzuki, y sin más los dos se fueron dejándome con un extraño presentimiento.

Antes que alguno de nosotros dijera algo, el teléfono de Shinichi sonó, frunció el ceño antes de hablarme.

—Atenderé un momento, ya regreso. —me respondió con una sonrisa, aunque no podía ocultar su ceño fruncido. —Detective Yamamura. —fue lo único que alcancé a escuchar, incluso en vacaciones la policía lo llama.

Me senté en una silla y empecé a revisar las fotos, Shinichi tardaría un rato, cuando me detuve en una foto...

No puede ser... ¡Tengo que buscar a Shinichi!, pero... y ¿Suzuki?

Me mentalice y decidí en una fracción de segundos, dejé mi cámara con una nota en la recepción, a nombre de Shinichi y salí corriendo a encontrar a Sonoko, hasta que los vi entrando al bosque, podía verlos pero me encontraba todavía muy lejos, decidida a entrar los seguí.

—¿Dónde está la cámara? —lo oí preguntar muy molesto.

—¿Qué? Te había dicho que soy del club de arte, no de fotografía.

—¡Entonces con qué cámara me tomaste la foto!

—¿Qué? Yo no te he tomado una foto. —respondió confundida.

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