Capítulo 16: Todo estará bien

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"La historia comienza cuando dos personas que ni soñaban con conocerse, terminaron encontrándose. En el instante menos esperado, pero en el momento indicado." 

Anónimo

Un grito ensordecedor se escuchó en el local, alertando a esos cuatro adultos policías, rápidamente corrieron al cadáver para ver a una mujer vomitando sangre.

Los detectives se paralizaron unos segundos, mientras Ayumi se llevó las manos a la boca al ver tal escena. Pero como claro policías que eran se apresuraron a hacer sus deberes, Shinichi empezó a tranquilizar a todos, Mitsuhiko llamaba a la policía y la ambulancia, Ayumi se encargó de sellar el lugar, mientras Shiho socorrió a la mujer que secresaba demasiada saliva, al menos se notó cuando dejó de vomitar sangre.

Sin que Shiho pudiera evitar hacer algo la mujer cayó inconsciente al suelo en un fuerte ruido.

Todo sucedió tan rápido que no se pudo hacer nada, la mujer estaba muerta.

Shiho se puso de pie con una mirada de frialdad cubierta de sangre, acercándose a Shinichi que empezó su investigación.

—¿Estas bien? —preguntó una vez se alejó de uno de los chefs.

—Si. —contestó su mujer desinteresada.

Este suspiro exhausto, después de todo ella siempre actuaba como si no sucediera nada en especial si se trataba de un caso. —Bien, por lo menos ve a limpiar tus manos.

Shiho le dio una sonrisa de lado. —No te preocupes, esto no es na… —se detuvo al verse, parte de su ropa ensangrentada, pero ese no era el problema sus manos manchadas totalmente de esa sustancia roja, junto con el olor desagradable que desprendía.

—¿Shiho? —la llamó preocupado al ver que veía sus manos atentamente, estas mismas no paraban de temblar.

Su rostro se puso pálido, tal como si de un papel se tratase, y antes de que su esposo reaccionara Shiho se encontraba en el baño del local devolviendo todo lo que hace unos momentos ingirió.

—¡Sh-Shiho! —exclamó estupefacto viendo a su esposa desde la puerta del baño.

Está trató de decirle que estaba bien, pero solo volvió a vomitar.

Shinichi frunció el ceño, antes de irse del baño dejando a su querida esposa expulsando todo lo que había comido en el día.

A los minutos regresó solo para ver a la mujer tirada en el piso sin fuerza, apoyándose en la pared. El detective la miró en una mezcla de preocupación y frustración.

No debí hacerle caso. —pensó Shinichi al recordar lo que le dijo antes de venir al local, mientras la levantaba.

Si no me sintiera tan mal, lo molestaría con esta escena tan cursi. —pensó Shiho, acurrucandose en el pecho de su esposo al darse cuenta que la cargaba al estilo princesa.

Ella no se dio cuenta de lo que pasaba a su alrededor, hasta que notó como estaba sentada en el asiento copiloto del auto de Shinichi.

—Nos iremos enseguida. —murmuró Shinichi tiernamente mientras limpiaba la comisura de los labios de ella con un pañuelo húmedo.

—¿Eh? Pero… el caso. —habló desconcertada.

—Se lo dejé a Mitsuhiko. —le respondió este dándole un dulce beso en la frente.

¿Que? —pensó confundida la mujer. 

—Bien, pueden irse. —exclamó Ayumi, acercándose al auto.

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