"En verdad lamento ser tan complicada, esa es la única palabra que encuentro para definir mi rareza interior, pero sabes… me alegra haber coincidido contigo que acepto mi forma de ser y derritió este helado corazón."
Senii
Shiho
Terminé el examen en el que me encargaba, debido a que el laboratorio de la estación siempre estaba concurrido me permitían hacer mis propios exámenes, a pesar de que me encargaba más en la parte forense.
Salí del lugar con los papeles listos aún viendo a todos ajetreados, solo para encontrarme a dos chicos peleando frente al divisor del laboratorio y el pasillo.
—¡¡No me importa, llegue primero!! —gruño molesto un moreno de ojos verdes, Heiji Hattori.
—Nunca dijimos que el primero que llegará recibiría la información. —le respondió Hakuba Saguru con una gran sonrisa de superioridad.
—¡¿Qué…?! —soltó estupefacto el moreno. Rápidamente desvió su mirada, al parecer eso era cierto. —Hey, Shiho, ¿qué tal? —me saludó al verme, seguro que solo quería salir de la situación sin perder.
—Hola, muchachos. —los saludé.
—Hola, Miyano. —me saludó Hakuba cordialmente.
—¿Su número? —pregunte antes de darme la vuelta para buscar en los gabinetes la carpeta con la información de su caso.
—148. —me respondió Hakuba.
Revise rápidamente para darme cuenta que es el caso más rumoreado en el laboratorio.
Han encontrado más de 13 sustancias tóxicas en el cuerpo de varios cadáveres descubiertos, en estos momentos el laboratorio está hecho un caos, categorizando las sustancias y comprobando que sean las mismas que aparecen en todos los cuerpos.
—Lo siento, pero eso tardará un poco. —respondí devolviendo la carpeta a su sitio.
—Rayos, nos toca esperar más tiempo. —murmuró molestó Heiji.
—No les queda de otra. —les dije, pasando el divisor. —Nos vemos después. —me despedí de ellos y seguí mi camino.
Caminé tranquilamente por el pasillo cuando de repente mi cuerpo se tambaleó hacia un lado, era tal como si el piso temblaba, me deslice hacia abajo junto con la pared; era como si todo temblará… no, era cómo sí mi mundo diera miles de vueltas.
—¿Te encuentras bien, Miyano? —preguntó una mujer, que asocie con Kazuha Toyama, la novia del moreno amigo de Shinichi.
—Y-Yo s-si… —respondí como pude, traté de pararme al darme cuenta que no era un terremoto o alguna cosa, era solo yo, la que estaba de esa forma. Sin embargo al tratar de levantarme el mareo incrementó y caí de nuevo al suelo.
No podía calmarme, todo me daba vueltas incluso era incapaz de ver con exactitud a Toyama.
—¿Quieres que llame a Kudo? —me preguntó preocupada, al ver cómo se daba la vuelta para irse, la detuve como pude.
—¡No!
Era extraño, sentía como si todo daba vueltas y ni siquiera podía moverme como quería, aún así no podía dejar que Shinichi me viera de esa forma, se volvería loco.
—Por favor… no. —volví a murmurar, sintiendo como el mareo bajaba a cada segundo.
—Está bien, está bien. —me dijo preocupada acercándose a mí.
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Como Amar
FanfictionEstoy cansada de ese chico, sus ojos me miran como si me comprendiera, como si viera mi alma, me siento vulnerable, todos los escudos que construí fueron derribados antes de que me diera cuenta... yo... lo odio. No pude evitar cautivarme por sus ojo...